Manejar el Chevrolet Malibu fue una experiencia de primera calidad, es realmente un sedán de lujo, con un nuevo diseño en su novena generación, le permite ser tan atractivo y lleno de tecnología para disfrutar de un paseo.
Una de las cosas que más me sorprendió del Chevrolet Malibu, fue la economía de combustible, y aún mas tratandose del El Malibu híbrido que viene con un motor híbrido de 1.8 L y ofrece 49 MPG en ciudad.
La experiencia es de comodidad, seguridad y confianza. Se nota que fue un auto hecho para que dure muchos años. La comodidad de sus amortiguadores, el diseño interior, nos permitió de disfrutar de este paseo en el auto, sin sentir las inclemencias de camino.
Otras de las tecnologías que ofrece es Compatibilidad con Apple Carplay, un adelanto que me permitía usar mi teléfono sin necesidad de poner en peligro nuestras vidas. Inclusive, pudimos disfrutar de leer los mensajes por medio del sistema de voz “Siri”.
No podíamos dejar atrás, que el auto también tiene “wi-fi”, en el caso de haber disfrutado del paseo con mi hijo, él pudo ver sus mensajes, videos y redes sociales utilizando el “wi-fi” del auto, y me comentó que era más rápido que el servicio de la casa.
A primera vista es más grande que su predecesor, y sí, creció 5.8 centímetros de largo y 10 en la distan­cia entre ejes, pero se re­dujeron 136 kilogramos de peso, lo que nos presenta un auto más amplio, esta­ble y con menor consumo de gasolina.
Los primeros kilóme­tros en la ciudad nos ponen frente a un auto con buena respuesta, muy cómodo y lleno de tecnología.

Une la pasión por conducir con una eficiencia excepcional. 

Es el auto de tamaño mediano que logra el equilibrio perfecto.