Obama promete ayuda para Luisiana por inundaciones
El presidente de EE.UU., Barack Obama, prometió ayuda federal hasta que Luisiana se recupere totalmente de las graves inundaciones que han causado al menos 13 muertos.
Nueva York – Obama recorrió el barrio Castle Place, en la ciudad de Baton Rouge, y paseó entre escombros, incluidos muebles, colchones y muchos otros objetos dañados por las fuertes lluvias e inundaciones que mantienen anegadas grandes extensiones de terreno en todo el sureño estado de Luisiana.
Las vidas de muchas personas “han cambiado drásticamente por esta inundación”, hay familias que han perdido sus casas y también “posesiones y recuerdos impagables”, declaró Obama en un breve discurso tras su recorrido por el barrio.
“Quiero que los habitantes de Luisiana sepan que no están solos en esto. Incluso cuando las cámaras de televisión se hayan ido, todo el país va a seguir apoyándoles y ayudándoles hasta que estén de regreso en sus hogares y sus vidas se hayan reconstruido”, prometió.
En respuesta a los críticos que, como el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, le han reprochado que no suspendiera sus vacaciones veraniegas la semana pasada para visitar antes Luisiana, Obama dijo que en este tipo de desastres no se trata de acudir al lugar y hacerse la “foto”.
Lo importante, a su juicio, es “cómo asegurarse de que dentro de un mes, en tres meses, en seis meses a partir de ahora, las personas todavía estén recibiendo la ayuda que necesitan”.
A los afectados en Baton Rouge y en el resto de Luisiana “les importa un comino si eres demócrata o republicano”, porque lo que les preocupa es asegurarse de “empezar a reconstruir lo más rápido posible”, insistió el mandatario.
“Eso es lo que les importa a ellos. Eso es lo que me importa a mí”, zanjó.
Las inundaciones en Luisiana han dañado más de 60.000 viviendas y han llevado a más de 100.000 hogares a solicitar asistencia a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).
La Cruz Roja estima que este desastre natural es el peor en EE.UU. desde el huracán Sandy en 2012 y que serán necesarios unos 30 millones de dólares para afrontar las tareas de recuperación.
Hasta el momento, la Cruz Roja ha recibido donaciones que suman aproximadamente 7,8 millones de dólares y hoy Obama enfatizó que son necesarios más recursos y más voluntarios, porque la asistencia del Gobierno federal por sí sola no es suficiente.
Según Obama, la ayuda federal desembolsada, hasta ahora, alcanza los 127 millones de dólares, fundamentalmente para garantizar alquileres temporales a los que han tenido que dejar sus casas, reparaciones esenciales y pagos a los seguros ante inundaciones.
Obama aprobó la semana pasada el desembolso de fondos federales para responder al desastre en Luisiana y sus asesores le informaron periódicamente de la situación durante sus vacaciones en la isla de Martha’s Vineyard (Massachusetts), que concluyeron el domingo.
El diario con más circulación en Luisiana, The Advocate, criticó en un editorial a Obama por no interrumpir sus vacaciones para visitar el estado.
El periódico pidió a Obama no repetir el error del expresidente George W. Bush, quien también estaba de vacaciones cuando el huracán Katrina azotó Nueva Orleans en 2005 y fue criticado por la lentitud de su respuesta.
Por su parte, Trump realizó una rápida visita a Baton Rouge el pasado viernes en compañía de su aspirante a la Vicepresidencia, Mike Pence, para conversar con voluntarios y afectados por las inundaciones.
Al igual que hizo ese día, hoy Trump volvió a cuestionar, esta vez a través de su cuenta de Twitter, que Obama estuviera “jugando al golf” durante sus vacaciones la semana pasada en lugar de viajar a Luisiana.
Mientras, la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, también prevé viajar a las áreas inundadas en Luisiana, pero cuando “la presencia de una campaña política” no interrumpa la respuesta al desastre, de acuerdo con un comunicado de su equipo.
Antes de partir de regreso a Washington, Obama mantuvo una reunión privada con familiares del joven negro Alton Sterling, fallecido a manos de la Policía el 5 de julio en Baton Rouge.
El presidente se reunió, asimismo, con las familias de tres agentes de policía de Baton Rouge asesinados el 17 de julio por un joven negro que buscaba venganza por las víctimas de la brutalidad policial.