Trump si gano acepto, si pierdo tengo derecho a impugnar las elecciones
El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, retomó hoy el tono desafiante al asegurar que aceptará el resultado si gana en las elecciones del próximo 8 de noviembre y reiteró su denuncia de “amaño” a favor de su rival demócrata, Hillary Clinton.
“Damas y caballeros, quiero hacer un importante anuncio hoy. Quiero prometer y comprometerme con todos mis votantes y simpatizantes y todo el pueblo de EE.UU.”, empezó diciendo Trump en un acto de campaña en Delaware (Ohio), después del tercer y final debate presidencial de anoche en Las Vegas frente a Clinton.
A continuación, el magnate aseguró con sorna: “Aceptaré totalmente los resultados de estas grandes e históricas elecciones…si gano”.
“Por supuesto que aceptaría un resultado claro, pero también reservaría mi derecho a impugnar o presentar un desafío legal en caso de un resultado cuestionable”, agregó en Ohio, uno de los estados considerados clave para obtener la victoria y que actualmente parece disputado con su contrincante demócrata.
La declaración de Trump muestra su nula intención de presentar disculpas por los comentarios de anoche en Las Vegas durante el cara a cara con Clinton, en el que evitó confirmar si aceptaría el resultado electoral, algo sin precedentes en la historia reciente del país.
El magnate neoyorquino ya había planteado sus dudas respecto al proceso electoral en EE.UU., pero su afirmación en pleno debate presidencial provocó sorpresa e incredulidad, y la propia Clinton se mostró “horrorizada”.
“Se lo diré en su momento. Voy a mantener el suspenso”, respondió Trump a una pregunta directa del moderador, Chris Wallace, sobre si acatará la respuesta de las urnas.
Este anuncio fue destacado por todos los medios de comunicación estadounidenses al analizar el tercer y definitivo debate entre Trump y Clinton, quienes no se estrecharon la mano y mostraron la agria relación mutua.
Las reacciones no se hicieron esperar, y el vicepresidente estadounidense, el demócrata Joseph Biden, subrayó hoy que las declaraciones de Trump son una “amenaza” a la democracia.
Pero también desde el propio Partido Republicano, arreciaron las críticas.
El senador y excandidato presidencial republicano John McCain, quien perdió las elecciones de 2008 frente al actual presidente, Barack Obama, señaló que admitir el resultado “es un acto de respeto hacia la voluntad del pueblo estadounidense”.
“No me gustó el resultado de las elecciones de 2008. Pero tenía el deber de reconocerlo, y lo hice sin reticencias”, sostuvo McCain en un comunicado.
A menos de tres semanas de las elecciones, no obstante, Trump parece decidido a proseguir con su tono agresivo y a agitar los rumores de “fraude” y “amaño”.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, y poco antes de su mitin de Ohio, el republicano afirmó que Clinton había recibido las preguntas del debate “inapropiadamente” para poder preparar sus respuestas, como ejemplo del favoritismo del que goza, según él, la demócrata entre los medios de comunicación.
El magnate viene de enfrentar varias semanas complicadas, después de los recientes escándalos por acusaciones de acoso sexual y un vídeo con declaraciones denigrantes hacia las mujeres, que han hecho mella en las encuestas, donde ha caído frente a Clinton.
Ambos volverán a verse esta noche en Nueva York en la cena de recaudación de fondos de la Fundación Al Smith, en la que tradicionalmente los candidatos ofrecen una visión más ligera y humorística de la campaña.
Dada la acritud de estos comicios, está por ver si tanto Clinton como Trump entierran el hacha de guerra por una noche.
La agenda del republicano refleja su denodado esfuerzo por remontar en las encuestas, con dos eventos públicos diarios de hoy hasta el sábado en estados disputados como Ohio, Pensilvania y Virginia.
Por su lado, Clinton, más cómoda y confiada con su ventaja, cuenta con un calendario más relajado y el apoyo de pesos pesados del partido como la primera dama, Michelle Obama, y el presidente, Barack Obama, que participarán en actos en apoyo a la ex secretaria de Estado hoy en Arizona y Florida, respectivamente. EFE