Preocupación ante la llegada de “avispas asesinas”
El avispón asiático gigante es considerado una especie invasora por su potencial colonizador y por constituir una amenaza grave para las autóctonas, especialmente para las abejas melíferas, a las que ataca mortalmente en el caso de los adultos y devora a las larvas y ejemplares jóvenes.
Nueva York – Investigadores y autoridades del estado de Washington se mostraron este miércoles preocupados ante la llegada de la conocida como “avispa asesina” por primera vez al país, lo que genera inquietud por su peligrosidad e impacto sobre la fauna local.
El avispón asiático gigante es considerado una especie invasora por su potencial colonizador y por constituir una amenaza grave para las autóctonas, especialmente para las abejas melíferas, a las que ataca mortalmente en el caso de los adultos y devora a las larvas y ejemplares jóvenes.
La situación de las abejas es ya alarmante en EE.UU. y gran parte del mundo debido a la drástica reducción de sus poblaciones en los últimos años por la contaminación y el uso de insecticidas, por lo que la llegada de un depredador tan letal como el avispón asiático podría tener consecuencias devastadoras para la especie, cuya polinización resulta clave para el ecosistema.
Las “avispas asesinas” (Vespa mandarinia) miden unos cinco centímetros -son por tanto significativamente más grandes que las abejas y que la mayoría de avispas-, tienen grandes cabezas naranjas con enormes ojos y un abdomen rayado negro y amarillo.
Además de la amenaza que supone para las abejas locales, se calcula que el avispón asiático gigante es responsable de la muerte de hasta cincuenta personas cada año en Japón, de donde es originaria, ya que si un individuo recibe varias de sus tóxicas picadas, puede fallecer incluso sin tener alergia a estos insectos.
La “avispa asesina” fue detectada por primera vez en EE.UU. por el Departamento de Agricultura del estado de Washington en diciembre del año pasado, aunque su ciclo vital empieza en abril, cuando las avispas reinas salen de su hibernación, por lo que se entiende que la mayoría de los avistamientos estén ocurriendo estos días.
El momento de mayor peligrosidad de esta especie llega a finales del verano y en otoño, cuando las avispas salen a la caza de abejas para almacenar proteínas que alimenten durante la época de frío a las futuras reinas que saldrán cuando empiece un nuevo ciclo en abril.
En cuanto a las personas, los expertos indican que, si bien no es normal que las avispas ataquen a humanos, en caso de que lo hagan, sus aguijones son tan largos y potentes que ni tan siquiera un traje de apicultor puede proteger de ellos. EFE News