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Años de obesidad se acumulan como factor de riesgo para daño cardiaco

Los autores de este estudio llegaron a la conclusión, según un comunicado difundido hoy, que mantener un peso saludable a lo largo de toda la vida es importante para la salud del corazón y para aminorar el daño a medida que envejecemos.

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Nueva York – Un estudio de científicos de la Universidad John Hopkins y otras instituciones apunta a que el riesgo de daño al corazón que supone la obesidad es mayor si una persona se mantiene obesa por un largo periodo de tiempo, informó hoy ese centro de estudios situado en Maryland.

Los autores de este estudio llegaron a la conclusión, según un comunicado difundido hoy, que mantener un peso saludable a lo largo de toda la vida es importante para la salud del corazón y para aminorar el daño a medida que envejecemos.

Según el estudio, que ya fue publicado en la revista Clinical Chemistry, las personas excedidas de peso por más tiempo parecen tener una mayor tendencia a dar positivo en las pruebas de detección del marcador químico del daño cardíaco “silencioso” o asintomático, la proteína llamada troponina.

“Usando una prueba que mide las concentraciones de la proteína troponina, estamos descubriendo que el peso de una persona a partir de los 25 años está vinculado al riesgo de sufrir mayor o menor daño cardíaco más tarde en la vida”, señaló Chiadi Ndumele, profesor adjunto de medicina de la Cátedra Robert E. Meyerhoff en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Eso pone en evidencia “la probable importancia de controlar el peso a largo plazo para reducir el riesgo de cardiopatías”, agregó Ndumele, que forma parte también del Centro Ciccarone para la Prevención de Cardiopatías de la Johns Hopkins.

Para esta investigación se analizaron los datos clínicos de 9.062 personas inscritas en un estudio sobre el Riesgo Ateroesclerótico en las Comunidades (ARIC, por su sigla en inglés), realizado con fondos federales en determinadas zonas de Maryland, Carolina del Norte y Misisipi y en la ciudad de Minneapolis.

Todos esas personas asistieron a cuatro visitas médicas relacionadas con ARIC entre 1987 y 1998 para evaluar su Índice de Masa Corporal (IMC), antecedentes de cardiopatía y concentraciones de troponina altamente sensible en la sangre.

Los pacientes dieron en esas visitas información sobre su peso en distintas edades, lo que permitió a los investigadores de la John Hopkins rastrear si eran obesos desde su juventud.

Los expertos analizaron el IMC al principio y al final del período de estudio, junto con las concentraciones de troponina en la sangre de los participantes.

Las personas obesas tanto en la primera como en la cuarta visita tenían el doble de probabilidad de tener concentraciones de troponina superiores a 14 nanogramos por litro, comparadas con las personas que mantuvieron un peso normal constante.

En el caso de aquellos que eran obesos tanto en la cuarta visita como a los 25 años, la probabilidad de tener concentraciones más elevadas de troponina casi se cuadruplicó.

Seguidamente tabularon, en una escala de cero a 50 años, el número de años que cada persona vivió obesa, es decir con un IMC superior a 30 kilogramos por metro cuadrado.

Por cada 10 años que una persona vivió obesa, su riesgo de tener elevada la troponina aumentó 1,25 veces, incluso tomando en cuenta el riesgo de cardiopatía debido a hipertensión, diabetes y enfermedad renal.

Los autores advierten que su estudio no fue concebido para determinar o medir la relación directa de causa y efecto entre la obesidad a largo plazo y el mayor riesgo de cardiopatías, sino más bien para aclarar las posibles relaciones entre estos dos factores.

“Lo que indican nuestros hallazgos es que incluso en ausencia de factores de riesgo cardiovascular, tales como la hipertensión, la diabetes o la enfermedad renal, el número de años que una persona vive con exceso de peso u obesa contribuye a aumentar la probabilidad de sufrir daño al corazón”, dijo Ndumele.

Ya en 2014 este investigador y sus colegas habían demostrado que el exceso de peso está relacionado con el daño cardíaco asintomático usando un análisis que detecta las concentraciones elevadas de troponina de 14 nanogramos por litro o más.

Pero dicho estudio no contempló el papel de ser obeso durante un período prolongado de tiempo.

Ndumele afirma que datos parciales han sugerido que adelgazar, incluso después de haber sido obeso o tenido exceso de peso durante décadas, puede ayudar a reducir las concentraciones de troponina y que el corazón es capaz de revertir parcialmente el daño.

Pero se desconoce en qué medida puede revertirlo y cuántos años de obesidad causan un daño permanente, por lo cual es necesario hacer estudios más profundos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de un tercio de los estadounidenses adultos son obesos. EFE

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