Nueva York – Brasil registró en enero de 2017 un déficit en sus cuentas con el exterior de 5.085 millones de dólares, valor en un 5,6 % superior al saldo negativo del mismo mes de 2016 (4.817 millones de dólares), informó hoy el Banco Central.

La diferencia entre los recursos que Brasil envió al exterior y los que recibió en enero de este año es equivalente a casi la cuarta parte de todo el déficit en cuenta corriente del país en 2016 (23.500 millones de dólares).

El aumento del déficit en enero elevó el saldo negativo acumulado en los últimos 12 meses hasta 23.800 millones de dólares.

El superávit de 2.504 millones de dólares en la balanza comercial brasileña en enero, cuando el país alcanzó exportaciones por 14.861 millones de dólares e importaciones por 12.357 millones de dólares, impidió que el déficit en cuenta corriente fuera aún mayor.

En la balanza de servicios, por su parte, Brasil registró un déficit de 2.419 millones de dólares en enero, un 75 % superior al del mismo mes de 2016 (1.383 millones de dólares), impactado principalmente por el aumento de los gastos de los turistas brasileños en el exterior (1.578 millones de dólares).

Y en la cuenta financiera, los recursos que salieron del país destinados a bolsas e inversiones superaron a los que entraron en 4.657 millones de dólares, con un aumento del 24,2 % frente al primer mes del año pasado (3.750 millones de dólares).

La inversión extranjera directa recibida por Brasil en enero, sin embargo, fue ampliamente suficiente para financiar el déficit de cuenta corriente.

La inversión extranjera directa en enero sumó 11.528 millones de dólares, más del doble de lo registrado en el mismo mes del año pasado (5.455 millones de dólares).

El Banco Central calcula que los inversores extranjeros destinarán este año a proyectos productivos en Brasil 75.000 millones de dólares, valor suficiente para financiar el déficit de cuenta corriente previsto para 2017.

Ello debido a que, con la economía brasileña aún sin despegar, no se prevé un fuerte aumento de las importaciones.

Brasil encadenó dos años consecutivos de recesión, con una retracción del 3,8 % en 2015 y una calculada en 3,5 % en 2016, lo que redujo significativamente la demanda por bienes y servicios del exterior.

Ante esa situación, el déficit del país en cuenta corriente cayó desde 104.200 millones de dólares en 2014 hasta 58.900 millones de dólares en 2015 y hasta 23.500 millones de dólares el año pasado, el mejor saldo desde 2007. EFE