Científicos lusos descubren vínculos de una enzima con el dolor posparto
Según la coordinadora del equipo que desarrolló la investigación, Manuela Grazina, la reducción de esta enzima "está posiblemente relacionada con una disminución de la síntesis de la dopamina", ya que habría un descenso de la actividad de dicha enzima en el cerebro.
Nueva York – Un grupo de científicos de la Universidad portuguesa de Coimbra (UC) descubrió tras dos años de investigación que la reducción de la enzima CYP2D6 está asociada al dolor posparto en mujeres que dieron a luz mediante cesárea.
Según un comunicado difundido hoy por la Universidad lusa, el estudio reveló que “las variantes genéticas que resultan de la ausencia o reducción de la función enzimática CYP2D6 están asociadas a un mayor dolor” tras el parto.
Según la coordinadora del equipo que desarrolló la investigación, Manuela Grazina, la reducción de esta enzima “está posiblemente relacionada con una disminución de la síntesis de la dopamina”, ya que habría un descenso de la actividad de dicha enzima en el cerebro.
La dopamina, que es un neurotransmisor, se encarga de enviar señales al cerebro, por lo que un bajo nivel de dopamina puede desencadenar mayores síntomas dolorosos.
La investigadora recordó que mediante esta enzima se sintetiza el 12 % de la dopamina, “que es un neurotransmisor esencial para el bienestar y que ofrece una respuesta analgésica del organismo ante el dolor”.
Esta investigación supone “un avance importante” para combatir el dolor posparto agudo que, recordó Grazina, “afecta a un número considerable de mujeres y en el 10-15 % de los casos el dolor es crónico tras la cesárea”.
A partir de dicho avance, los investigadores consideran que se podrá administrar un tratamiento médico personalizado, de acuerdo con las características genéticas de cada parturienta.
Esto “acarreará grandes beneficios”, permitiendo ajustar las dosis de analgésico para un tratamiento más eficaz, aseguró la coordinadora.
Los resultados de esta investigación, practicada sobre 55 parturientas adultas del Hospital Universitario de Coimbra, fueron publicados en la revista científica “Pain Medicine”. EFE