Greenpeace protesta contra el TTIP en lo alto de una torre de Bratislava
Con motivo de una reunión informal en la capital eslovaca de los ministros de Comercio de la UE sobre el proceso de ratificación del tratado similar con Canadá, CETA, los activistas, suspendidos a unos 85 metros sobre el suelo, desplegaron la pancarta de dos metros y medio de ancho por diez de alto en la que podía leerse "NO TTIP".
Nueva York – Varios miembros de la organización medioambiental Greenpeace escalaron hoy la llamada “Torre UFO”, situada en un puente sobre el Danubio en Bratislava, para desplegar una pancarta en contra del Tratado Transatlántico de Comercio de Inversiones (TTIP) entre la Unión Europea y Estados Unidos.
Con motivo de una reunión informal en la capital eslovaca de los ministros de Comercio de la UE sobre el proceso de ratificación del tratado similar con Canadá, CETA, los activistas, suspendidos a unos 85 metros sobre el suelo, desplegaron la pancarta de dos metros y medio de ancho por diez de alto en la que podía leerse “NO TTIP”.
En un comunicado, la ONG explica que no solo rechaza el acuerdo de libre comercio que negocian la UE y EEUU y que debería cerrarse a finales de año, sino también el similar con Canadá, ya cerrado y pendiente de ratificación.
Esta manifestación cierra a una semana de protestas públicas contra el TTIP celebradas en los principales países de Europa, como Alemania, Bélgica o Austria, por cientos de miles de ciudadanos.
En la nota, Susan Cohen Joram, una de los líderes de la campaña de Greenpeace contra el TTIP, declara que los ministros de Comercio tienen que optar entre “proteger la democracia, nuestra salud y el medioambiente”, o “permitir a las grandes corporaciones dictar las políticas a seguir mediante estos acuerdos”.
La reunión de los ministros en Bratislava busca dirimir qué partes del CETA se pueden implementar provisionalmente en cuanto la Comisión Europea y los gobiernos europeos firmen el acuerdo.
La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, defendió hoy en Bratislava la continuidad de las negociaciones sobre el controvertido TTIP, mientras que el ministro alemán de Economía, Sigmar Gabriel, reiteró su rechazo al mismo, aunque apoya al CETA.
Malmström, si bien insistió en que “tiene sentido” seguir negociando con Washington, reconoció que “la probabilidad de un pronto acuerdo se reduce cada vez más”.
Uno de los puntos más polémicos de ambos acuerdos son los sistemas de arbitraje -el ISDS previsto en el TTIP, y el ICS en el CETA-, que permitirían a las empresas demandar a los Estados si ven perjudicadas sus inversiones.
Los tratados requieren armonizar legislaciones europeas con las de EEUU y Canadá, y, especialmente en el TTIP, muchos temen que esas medidas erosionen los estándares vigentes de protección al consumidor, al medio ambiente y al mercado laboral.
Ayer, colectivos de la sociedad civil, organizaciones de consumidores y sindicatos pidieron en un comunicado a los ministros de Comercio de la UE renunciar a la firma de esos acuerdos.
La Organización de Consumidores Europeos (BEUC), el Congreso Europeo de Sindicatos, la Unión de Servicios Públicos Europeos y la Red Europea contra la Pobreza figuran entre los suscriptores de esa exigencia.
No es la primera vez que activistas de Greenpeace suben a las alturas para protestar contra el TTIP. En mayo de este año ascendieron a las Torres Kio de Madrid portando una pancarta con el mismo mensaje. EFE