Hungría dice en ONU que ningún migrante entrará
El ministro explicó ante la audiencia que había solicitado intervenir en el Consejo de Derechos Humanos -que actualmente celebra un periodo de tres semanas de sesiones en Ginebra- para responder a "funcionarios de la ONU que están diseminando mentiras" sobre su país.
Nueva York – Hungría se presentó hoy en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para advertir de que no tolerará la entrada de un solo inmigrante irregular en su territorio, pese a las críticas que le han llovido por las medidas adoptadas para impedir la llegada de migrantes y refugiados.
“Hungría nunca será un país de inmigrantes, siempre protegeremos la seguridad de los húngaros. Nunca permitiremos que ni un inmigrante ilegal entre en nuestro país y siempre protegeremos nuestras fronteras”, dijo el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó.
El ministro explicó ante la audiencia que había solicitado intervenir en el Consejo de Derechos Humanos -que actualmente celebra un periodo de tres semanas de sesiones en Ginebra- para responder a “funcionarios de la ONU que están diseminando mentiras” sobre su país.
De este modo se refería a las críticas la semana pasado de un grupo de expertos en derechos humanos a una ley húngara que hace prácticamente imposible para los solicitantes de asilo presentar sus casos y regularizar su estatus migratorio.
Según los expertos, esa normativa representa un ataque contra la sociedad civil y genera “hostilidad, xenofobia y discriminación” contra los inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo.
La legislación húngara también castiga con hasta un año de prisión a las personas y organizaciones que ayuden a los inmigrantes que han entrado ilegalmente al país.
Sin embargo, para Szijjártó la opinión de los expertos fue una “falta de respeto” a un Estado miembro de la ONU y a su pueblo.
“Los documentos presentados aquí son desequilibrados y parciales, y han sido sólo colecciones de mentiras. Se cuestiona la madurez del pueblo de Hungría y su capacidad de tomar decisiones sobre su futuro”, sostuvo.
Además de la ONU, la Unión Europea mantiene la presión sobre Hungría, a la que ha pedido que deje sin efecto la legislación en cuestión, pues de lo contrario podría aplicarle sanciones por violación del Estado de derecho.
El ministro de Exteriores acusó a los “funcionarios de la ONU” críticos con su país de basar sus opiniones en las informaciones de menos de una decena de ONG “como si representaran la opinión de toda la sociedad”, cuando en Hungría -agregó- existen 60.000 de estas organizaciones.
“Son los funcionarios de la ONU los que no respetan los derechos humanos de los húngaros, que tienen derecho a tener una vida segura y a decidir quiénes entran en su propio país, con quién quieren convivir, y a preservar su propia cultura e identidad”, concluyó. EFE