Lenny Kravitz desata la tormenta en la última jornada de O Son do Camiño
En un día para el que llevaba meses colgado el cartel de aforo completo, el nativo de Nueva York supo trasladar para los casi 30.000 espectadores lo mejor de sus más de treinta años de trayectoria sobre los escenarios y consiguió contagiar con sus ritmos a medio camino entre el rock y el funk a todos los que presenciaron su espectáculo.
Nueva York – El rockero norteamericano Lenny Kravitz ha cumplido hoy con sus galones como cabeza de cartel de la última jornada del festival O Son do Camiño con un espectacular concierto que solo ha empañado la lluvia que, por momentos, ha caído sobre el recinto del Monte do Gozo.
Ante una multitud en la que imperaban la escala de grises de abrigos y chubasqueros en vez de los colores vivos y los vestidos ibicencos de días anteriores, Kravitz ha salido al escenario Estrella Galicia pasadas las 23.00 horas interpretando una atronadora “Fly away”, uno de sus temas más clásicos con el que comenzó un idilio que se mantuvo durante el resto de hora y media de concierto.
El subidón inicial se mantendría de la mano de canciones como “Dig in” y Kravitz, en la fase inicial de su repertorio, incluso se permitiría incluir un par de versiones de otros artistas: concretamente, “American Woman” de The Guess Who y “Get up, stand up”, de Bob Marley & The Wailers; redimensionadas con su particular sello propio.
Casi a continuación llegaría su último sencillo, estrenado hace apenas unas semanas, “Low”, en el que el artista norteamericano redujo las revoluciones al son de una pegadiza canción de instrumentación funk que contrastaba con el vendaval guitarrero desplegado hasta el momento.
“It ain’t over ’til is over”, del disco “Mama said” (1991) y “Can’t get you off my mind”, del “Circus” (1995) profundizarían en esta línea más en clave soul antes de que canciones como “Tunnel vision” recuperasen el protagonismo de las seis cuerdas que había marcado la apertura de un concierto en el que Kravitz demostró todo su arsenal con la guitarra.
Especialmente memorable fue la interpretación de “Always on the run”, grabada a dúo con el guitarrista de Guns N’ Roses Slash, que sirvió para acelerar el paso hacia un recta final en la que sonarían “Where are we runnin'” y la sempiterna “Again”, que fue sin duda el momento más emotivo de la noche con todo el público coreando su conocida y emotiva letra.
A pesar de que parecía que todos los cartuchos ya se habían gastado, Lenny Kravitz supo reservar pólvora para un explosivo bis en el que la balada “Let love rule” allanó el camino para el magnífico punto y final que supuso la canción posiblemente más conocida del artista, el clásico “Are you gonna go my way”, cuyo inolvidable riff de guitarra cerró el concierto.
C. Tangana, alias del artista madrileño Antón Álvarez, fue el encargado de recoger el testigo de esta poderosa actuación y supo estar a la altura de lo que la ocasión requería con su controvertida propuesta de música urbana que, aunque coquetea con lo comercial en temas como “Mala mujer” o “De pie” -los más vitoreados-, también sabe contentar al público más hardcore del rap y el trap con un espectáculo en el que no faltó la provocación que caracteriza al personaje y el recuerdo a su etapa en el colectivo Agorazein.
Ya de madrugada, el concierto final de la primera edición de O Son do Camiño, correspondería al Dj neerlandés Martin Garrix, conocido por el éxito de varios de sus temas en la radiofórmula, y que, pese a las horas, atraería a miles de personas con ganas de bailar a las gradas del escenario Estrella Galicia.
Por la tarde habría espacio en el cartel para grupos locales como Eladio y los Seres Queridos o el rapero Arce, que poco a poco fueron sumando espectadores, pese a la importante cantidad de lluvia caída durante la tarde, hasta congregar el primer aforo multitudinario, el que consiguió la banda gallega formada en Madrid Novedades Carminha en el escenario principal.
Canciones tan pegadizas como “Antigua pero moderna”, “Quiero verte bailar”, “Que Dios reparta fuerte” o “De vuelta de todo” harían las delicias de un público que en las primeras filas no dudaba en enzarzarse en pogos, especialmente con el tema final, una versión del clásico punk “Demolición”, de los peruanos Los Saicos.
Finalmente, el rock alternativo de asiduos festivaleros como los suecos Mando Diao o los españoles León Benavente permitiría bailar y disfrutar en las horas previas a Lenny Kravitz, gracias a clásicos como “Dance with somebody”, así como la intensa “Ser brigada”. EFE