Mala percepción sobre edulcorantes evita que sean una opción contra obesidad
El investigador del Centro de Innovación para la Alimentación y la Salud de la Universidad de Ulster, en Reino Unido, señaló que pese a que algunas investigaciones han confirmado que los edulcorantes pueden ser un aliado importante para este problema de salud pública, aún están rodeados de la desconfianza de la gente.
Nueva York – La mala percepción de la población sobre los edulcorantes evita que estos productos sean usados para la lucha contra la obesidad, por lo que es necesario mejorar la investigación al respecto, dijo a Efe el doctor Caomhan Logue.
El investigador del Centro de Innovación para la Alimentación y la Salud de la Universidad de Ulster, en Reino Unido, señaló que pese a que algunas investigaciones han confirmado que los edulcorantes pueden ser un aliado importante para este problema de salud pública, aún están rodeados de la desconfianza de la gente.
“Los edulcorantes pueden contribuir a la reducción del consumo de azúcar y calórico sin tener un impacto glucémico, pero existe en la población una duda generalizada de todo aquello que no es natural”, lamentó el especialista.
La obesidad y la diabetes se han convertido en las últimas décadas en problemas de salud graves a nivel global.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 más de 1.900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
En tanto, en ese año había más de 340 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años con sobrepeso u obesidad.
La misma organización señala que, en 2014, se estimaba que unos 422 millones de adultos tenían diabetes en el mundo.
Ambas enfermedades están relacionadas con el alto consumo de azúcar que ha superado los límites recomendados, por lo que algunos especialistas sugieren promover opciones más saludables, cambiar los tamaños de las porciones y reformular productos como los edulcorantes.
“Estos son una opción segura para combatir esos problemas”, aseguró Logue.
El especialista explicó que entre sus ventajas está que estos productos proveen un sabor dulce pero sin la carga calórica ni el impacto glucémico del azúcar, lo que ayuda a reducir el contenido energético a la dieta y a mantener un peso saludable.
“Proveen ese sabor dulce sin los efectos dañinos del azúcar, sin embargo, se ha creado la idea de que no son seguros para el consumo porque pueden generar cáncer, obesidad, entre otras enfermedades”, señaló.
El experto reiteró que, al no tener impacto en los niveles de azúcar en la sangre, ayudan a mantener esos niveles normales.
No obstante, lamentó que las investigaciones hasta ahora no sean concluyentes respecto a los beneficios de estos productos.
“Se han hecho hallazgos mixtos de estudios de observación, algunos de los cuales han hallado asociaciones positivas con el riesgo de aumento de peso y diabetes”, indicó.
Agregó que muchas veces se cree que la gente obesa es la única que usa edulcorantes, lo cual tiene un impacto negativo sobre la veracidad de los estudios.
Aunado a ello, hasta ahora las investigaciones se han enfocado en los edulcorantes que tienen las bebidas, pero insistió que hay otras fuentes de ingestión de estos productos.
“Pueden ir desde la pasta de dientes, postres, productos lácteos con edulcorantes agregados, hasta la comida procesada. Los científicos deberían abarcar más acerca de las fuentes de ingestión”, señaló.
En ese sentido, Logue aseveró que hace falta investigación que aporte información más detallada y transparente “la cual evite que las personas duden de los beneficios de estos productos”.
Finalmente, dijo que si bien los edulcorantes no son la respuesta mágica contra la obesidad, ya que esta es multifactorial, si se utilizan dentro de un plan nutricional bien establecido, estos planes se hacen “más reales y con más posibilidades de que la gente los siga”, puntualizó. EFE