Paraguay aprueba marco legal para uso médico y científico del cannabis
La ley establece la creación del "Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados (Proincumec)", como órgano de aplicación del uso medicinal y científico del cannabis a partir de ahora en Paraguay.
Nueva York – El Senado paraguayo aprobó hoy una ley que crea un programa para reglamentar el marco legal de la producción y uso del cannabis y sus derivados para la investigación médica y científica, que ahora tendrá que ser rubricada por el Ejecutivo para su sanción o veto final.
La ley establece la creación del “Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados (Proincumec)”, como órgano de aplicación del uso medicinal y científico del cannabis a partir de ahora en Paraguay.
La nueva ley autoriza a “promover la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo de la planta cannabis y sus derivados para el tratamiento de enfermedades y afecciones en humanos. Con este objeto se reglamentará también su producción controlada”.
Esta normativa recibió media sanción el pasado 15 de noviembre en la Cámara de Diputados y el Senado ratificó la otra media este martes, siendo Paraguay el mayor productor ilegal de marihuana de Suramérica.
Entre las atribuciones del Proincumec estará “garantizar el acceso gratuito al aceite de cáñamo y demás derivados de la planta de cannabis a toda persona que se incorpore al programa” o “investigar las propiedades de la planta del cannabis y sus derivados en la terapéutica humana”, según la ley.
También investigará los efectos secundarios del uso medicinal del cannabis en humanos y propiciará la participación “voluntaria” de pacientes en estudios científicos e investigación sobre el uso medicinal del cannabis en ciertas patologías.
Un punto importante es la promoción de la “industrialización controlada del aceite de cáñamo y demás derivados de la planta de cannabis para uso medicinal y tratamiento de enfermedades en humanos”, lo que necesitará la exclusión del cannabis de la lista de sustancias estupefacientes en Paraguay.
Asimismo la ley prevé la implicación de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) como fiscalizador de cualquier proceso de cultivo o producción de cannabis con los fines establecidos por la ley, así como para la importación de plantas o semillas de cannabis.
En este aspecto, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) tendrá un papel fundamental para autorizar este comercio de productos del cannabis así como para delimitar los tipos de semillas que podrán utilizarse para los fines médicos en los cultivos.
La normativa también establece que se creará a través del ministerio de Salud Pública un Registro Nacional Obligatorio de Usuarios de Productos Derivados del Cannabis para tener un control sobre los pacientes que utilicen estos productos en el país suramericano.
El debate sobre el uso y la producción del cannabis en Paraguay se estableció en la sede legislativa hace meses y varios proyectos más o menos ambiciosos fueron tratados por los parlamentarios paraguayos para acabar aceptando esta normativa.
Surgió tras las iniciativas lideradas por médicos, abogados y representantes de la sociedad civil para permitir el uso medicinal de la marihuana.
Y después de que el pasado mayo el ministerio de Salud Pública anunciara la autorización de la importación de aceite de cannabis para su uso terapéutico, desde Estados Unidos y a través de un laboratorio privado local.
Sin embargo, algunas asociaciones civiles plantearon que el precio de las dosis, por encima de los 300 dólares, es imposible de pagar para la gran mayoría de personas que lo necesitan.
Paraguay es el principal productor de marihuana de Suramérica, y la compraventa y producción de esta planta es ilegal. EFE