Nueva York – Seis palestinos murieron este miércoles en un ataque con dron y una incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Tulkarem, uno de los bastiones de milicias armadas palestinas de este último año en Cisjordania ocupada.

Según fuentes citadas por la agencia oficial de noticias palestina Wafa, un aparato aéreo no tripulado de las fuerzas de Israel “bombardeó una casa y una reunión de ciudadanos”, lo que dejó seis fallecidos y varios heridos, y siguió a una incursión militar israelí en el área.

De acuerdo con el Ejército israelí, “un aparato aéreo no tripulado llevó a cabo un ataque contra sospechosos que arrojaron explosivos y dispararon contra fuerzas israelíes” en su operación en Tulkarem.

“Durante el ataque murieron cuatro terroristas que estuvieron involucrados en un gran número de ataques contra comunidades y soldados israelíes” en el área, agregaron las fuerzas armadas en un comunicado.

La incursión israelí se saldó también con el arresto de diez personas, y las tropas “localizaron artefactos explosivos listos para usar, ubicados debajo y a lo largo de carreteras”.

También “desmantelaron una sala de observación que se utilizaba para rastrear las actividades de fuerzas de seguridad” israelíes.

Todo ello se produjo después de que el Ejército irrumpiera en la ciudad y su campo de refugiados hacia la medianoche, en medio de enfrentamientos entre las tropas y residentes locales, lo que causó también severas destrucciones materiales debido a los choques.

Más allá de ciudades como Yenín o Nablus, Tulkarem, en el noroeste de Cisjordania, ha sido otro de los puntos con mayor violencia en el marco del conflicto palestino-israelí durante los últimos meses, en la mayor escalada de tensión en Cisjordania en dos décadas, que se ha intensificado además por la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.

El pasado 20 de octubre, una docena de palestinos y un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes murieron en choques armados en la urbe, en una operación en que Israel también uso un dron y helicópteros, mientras sus incursiones militares son casi a diario.

En los últimos meses, el uso de drones por parte de las fuerzas israelíes se hizo cada vez más común en Cisjordania, a medida que crecía la tensión.

Hace poco más de una semana, otra operación israelí que incluyó el ataque con un aparato aéreo no tripulado a un grupo de sospechosos se saldó con la muerte de al menos siete palestinos en Tulkarem.

Otro joven palestino murió hoy por disparos de fuerzas israelíes esta mañana en una incursión en la aldea de Azun, en el noroeste de Cisjordania ocupada, mientras que un hombre sucumbió a sus heridas de balas israelíes tras una incursión ayer en el campo de refugiados de Balata. A su vez, esta tarde las fuerzas israelíes mataron a un menor palestino de 16 años en una incursión en el pueblo de Burin.

Cisjordania e Israel viven su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y este 2023 ya han muerto 436 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos 86 menores.

En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos. Los ataques, en gran parte de personas que actuaron solas, han dejado 37 muertos del lado israelí, la mayoría colonos, cinco de ellos menores, y 7 uniformados. EFE