Nueva York – Un expreso iraní, un experto jurídico y una portavoz de supervivientes y víctimas de la masacre en 1988 de miles de disidentes iraníes pidieron hoy a la ONU la creación de una comisión de investigación para acabar con la impunidad de este “crimen contra la humanidad” y con el silencio internacional.

“El crimen contra la humanidad, el asesinato y la ejecución extrajudicial de más de 30.000 opositores políticos por parte de las comisiones de la muerte en 1988 han sido reconocidos por los autores mismos”, declaró a la prensa el exjefe de la Oficina de Derechos Humanos de la misión de la ONU en Irak (UNAMI), Tahar Boumedra.

En agosto pasado salió a la luz una grabación en la que el difunto ayatolá opositor Hoseinali Montazeri confirmaba la matanza, que fue ordenada por el fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhola Jomeini.

“Las autoridades no lo han negado y las pruebas están ahí. La pregunta que nos hacemos ahora legítimamente es cuándo podemos esperar una comisión de investigación de la ONU”, dijo Boumedra, quien indicó que el actual ministro de Justicia de Irán, Mostafa Pour Mohammadi, entonces miembro de las comisiones de la muerte, ha dicho que estaba “orgulloso de haber aplicado las ordenes de Alá”.

La vicepresidenta del Comité de abogados anglo-iraníes y portavoz de las familias de supervivientes y víctimas, Azadeh Zabeti, apuntó también al clérigo Ebrahim Raeesi, quien ha emergido como posible sucesor del líder supremo, como una de las personas que participó presuntamente en la ejecución de la masacre y que hoy en día ocupa una importante posición en Irán.

“No se trata de un asunto histórico. Está entrelazado con el tejido iraní actual” de la sociedad, afirmó Zabeti al denunciar que varios presuntos autores “disfrutan hoy en día de posiciones de alto rango en el clero o la judicatura”.

“Las familias consideran que el silencio de la comunidad supone recompensar a estas personas”, añadió, y dijo que “si el silencio se ha levantado en Irán tras la revelación de la grabación en agosto, lo mismo debe ocurrir en Occidente”.

El expreso político Farzad Madadzadeh, que estuvo encarcelado en Irán entre 2009 y 2014, periodo en el que fue torturado delante de su hermana arrestada el mismo día, y logró huir en 2015 del país, pidió a la ONU que “ponga fin al silencio”, y al alto comisionado para los derechos humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, que “inicie inmediatamente una investigación independiente de la masacre”.

“Ello tendrá un impacto inmediato en la situación de los derechos humanos hoy en día en Irán”, sostuvo, dado que “la idea de que el actual Gobierno del presidente iraní, Hasan Rohaní, ha traído la moderación al país es una broma”, recalcó.

Boumedra opinó que en el seno de la ONU “las cosas han cambiado”, porque hay un relativamente nuevo alto comisionado, un nuevo secretario general de la ONU, António Guterres, y ha sido renovado el mandato de la relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en Irán, Asma Jahangir.

“Confiamos en que se revitalizará todo el proceso”, dijo, y con esa esperanza han entregado al alto comisionado la investigación llevada a cabo por el comité “Justicia para las víctimas de la masacre de 1988 en Irán” en nombre de las familias afectadas, y han enviado a Guterres otro ejemplar. EFE