Los partidos británicos se ponen a prueba en unas elecciones municipales
El Partido Conservador de la dirigente regional Ruth Davidson aspira a consolidar el avance que protagonizó en las elecciones autonómicas de 2016, cuando se convirtió en la segunda fuerza política de Escocia, desbancando a los laboristas.
Nueva York – Los partidos políticos británicos se ponen a prueba mañana en unas elecciones municipales que serán un anticipo de los comicios generales del 8 de junio y que demostrarán su nivel de apoyo, sobre todo en Escocia y Gales.
Por el particular sistema electoral del Reino Unido, los comicios no cubren todo el territorio, sino que hay en juego solo 88 consejos municipales, de un total de 418 que tiene el país.
De estas 88 autoridades locales, 34 están en Inglaterra -la región más poblada del Estado, con 55 de 65 millones de habitantes- y el resto en Escocia y Gales, que renuevan todos sus consistorios, 32 y 22 respectivamente, mientras no se celebrarán elecciones locales en Irlanda del Norte.
Según los datos oficiales, 15.403 candidatos disputarán 4.851 puestos de concejal (de 21.050 que hay en todo el Reino Unido).
Se eligen además alcaldes en las localidades inglesas de Doncaster y North Tyneside y en seis áreas metropolitanas de nueva creación -trofeos muy deseables para los partidos-: Cambridgeshire y Peterborough; Greater Manchester; Liverpool City Region; Tees Valley; West Midlands y West of England.
Alrededor de 7,2 millones de ciudadanos están llamados a las urnas en estas elecciones locales, cuyos resultados se darán a conocer a lo largo del viernes.
Los ojos de los partidos están puestos en Escocia, que, con 1.227 concejales en liza, puede registrar los mayores cambios desde los últimos comicios, en 2012.
Es favorito para obtener el mayor número de concejales el independentista Partido Nacionalista Escocés (SNP), gobernante en la autonomía, que aspira además a incrementar los ayuntamientos que controla, actualmente dos -el mayor triunfo sería Glasgow-.
Según las encuestas, el Partido Laborista, liderado en Escocia por Kezia Dugdale, afrontaría las mayores pérdidas y podría ceder tanto concejales como el control de los cuatro ayuntamientos que ganó hace cinco años.
El Partido Conservador de la dirigente regional Ruth Davidson aspira a consolidar el avance que protagonizó en las elecciones autonómicas de 2016, cuando se convirtió en la segunda fuerza política de Escocia, desbancando a los laboristas.
Los conservadores esperan también avanzar en Gales, donde domina la formación de centroizquierda.
Estas elecciones han quedado eclipsadas por la convocatoria por parte de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, de unas elecciones generales anticipadas para el próximo 8 de junio, con el fin de afianzar su mandato de cara al “brexit”.
Inevitablemente, los comicios de mañana serán interpretados en clave nacional, si bien el analista de la firma demoscópica YouGov Anthony Wells advierte de que “los electores votan diferente en las elecciones municipales y en las nacionales”.
En todo caso, Wells prevé que los “tories” serán la fuerza más votada el jueves, pero por menos margen que en las generales, en las que May se enfrenta al líder laborista Jeremy Corbyn, que testará en las urnas su proyecto socialdemócrata.
Es posible que experimente un avance también el Partido Liberal Demócrata, que ha visto aumentar su afiliación a niveles récord, hasta 101.832 personas, con su oposición al “brexit” o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
En Escocia, los resultados podrían reflejar la tendencia del voto de cara al 8 de junio, cuando los independentistas del SNP esperan revalidar su amplia presencia en el Parlamento de Londres.
En Gales, un retroceso de los laboristas se vería como un golpe al movimiento izquierdista de Corbyn.
Según las encuestas, el eurófobo y antiinmigración UKIP, mermado desde la marcha de su antiguo líder, Nigel Farage, lo tendrá difícil para conservar los concejales que tiene en Inglaterra. EFE