El Acuerdo de París debe revisar metas de reducción de gases, según estudio
La investigación, liderada por expertos de la Pennsylvania State University (EE.UU), recuerda que, a efectos del calentamiento, la mayoría de la comunidad científica, incluido el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), sitúa la era preindustrial a final del siglo XIX, coincidiendo con el comienzo de los registros modernos en 1880.
Nueva York – Redefinir los objetivos del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es la recomendación de un grupo internacional de científicos, según un estudio publicado hoy en la revista Nature.
La investigación, liderada por expertos de la Pennsylvania State University (EE.UU), recuerda que, a efectos del calentamiento, la mayoría de la comunidad científica, incluido el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), sitúa la era preindustrial a final del siglo XIX, coincidiendo con el comienzo de los registros modernos en 1880.
No obstante, este estudio sugiere que la temperatura de referencia real -no influenciada por efectos industriales- podría situarse bastante antes de esa fecha, lo que obligaría a revaluar las metas fijadas en el Acuerdo de París de 2015 para evitar que el calentamiento global supere los 2 grados Celsius a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales.
“Las investigaciones del IPCC se basan en una definición de preindustrial que posiblemente subestima el calentamiento que ya tuvo lugar”, explicó en un comunicado Michael Mann, director del Centro de Ciencia del Sistema de la Tierra en la Universidad de Pensilvania.
Esto significa, señala el experto, que “tendremos que reducir” las emisiones de dióxido de carbono “más de lo que habíamos anticipado” si “queremos evitar los cambios más peligrosos para el clima”.
“Cuando el IPCC dice que la temperatura ha subido 1 grado Celsius respecto a la era preindustrial, posiblemente es incorrecto. Lo más probable es que pueda ser de hasta 1,2 grados Celsius”, afirmó Mann.
Dado que las concentraciones de gases de efecto invernadero han ido creciendo desde 1759, el científico considera más preciso fijar una temperatura de referencia antes de esa fecha, aunque reconoce que los instrumentos de medición modernos no aparecieron hasta final del siglo XIX.
Asimismo, añade, existen fenómenos naturales que impiden otorgar un valor único para la temperatura global media preindustrial.
“¿Qué periodo escogemos?”, se pregunta el principal autor de este estudio, Andrew Schurer, de la Escuela de Geociencia de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
“Las temperaturas -aporta- cambian debido a factores naturales, como volcanes y fluctuaciones solares. Si elegimos el periodo entre 1600 y 1700 obtendremos diferentes temperaturas de referencia, por ejemplo, que entre 1500 y 1600”.
En este contexto, el equipo internacional de investigadores estimó varias temperaturas de referencia a partir de las simulaciones del llamado “Proyecto de Intercomparación de Modelo Acoplado Fase 5”.
El escenario en el que la temperatura base preindustrial realmente tiene en cuenta la ausencia de la influencia humana en el calentamiento alteraría la cantidad de dióxido de carbono que se puede emitir a la atmósfera para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, advierten.
Para abordar la citada diferencia de 0,2 grados Celsius que existe entre las estimaciones actuales y las que se proponen en este estudio, la comunidad internacional debería “quemar un 40 % menos” de combustibles fósiles para mantener el incremento de las temperaturas en 2 grados centígrados con respecto a los niveles de 1860.
“O revisamos los objetivos de París, o, alternativamente, decidimos que las metas existentes se fijaron para describir el calentamiento ocurrido desde finales del siglo XIX”, concluye Mann. EFE