Nueva York – El presidente del gigante francés Lactalis, Emmanuel Besnier, reconoció hoy que su empresa falló al sacar al mercado leche y otros alimentos para bebés contaminados con salmonela, pero insistió en que no hubo fraude y en que el origen del escándalo fue “un accidente” en una de sus plantas.

“Fallamos en nuestra misión, que es garantizar que ponemos en el mercado productos sanos, es nuestro contrato básico. No hay palabras para excusarnos”, declaró ante la comisión de investigación creada por el Parlamento francés a raíz de ese escándalo, que estalló el pasado año.

Al mismo tiempo, aseguró, “en contra de todas las insinuaciones o acusaciones de las que hemos sido objeto, no fue en modo alguno un fraude” y “en ningún momento tuvimos conocimiento de que había salmonela en los productos acabados”, puesto que los análisis regulares no lo revelaron.

“Los productos que comercializamos, según todos los análisis que realizamos, eran sanos”, concluyó, en un claro desvío de las responsabilidades hacia el laboratorio.

A ese respecto, indicó que fue al repetir los test, una vez que había saltado el escándalo, cuando se comprobó que “algunos productos eran positivos”.

Besnier argumentó que fue “un accidente” y que “no hay responsabilidad en el interior de la planta” de Craon, en el oeste de Francia, donde se fabricaron los lotes contaminados con salmonela, vendidos en Francia y en otros 85 países por todo el mundo.

Indicó que se habían hecho obras en Craon en el primer trimestre de 2017, en concreto en una de las torres de secado, y fue entonces cuando se propagó la salmonela que estaba presente en el edificio.

Cerca de una cuarentena de bebés enfermaron sólo en Francia a causa de esa bacteria. El presidente de Lactalis se disculpó ante todas las familias e hizo notar que, según sus informaciones, “todos los bebés están bien, y eso es lo fundamental”.

Varios diputados presentes en la comparecencia manifestaron su descontento por considerar que la compañía había intentado evitar el trabajo efectivo de la comisión de investigación parlamentaria y, más en términos generales, por la falta de transparencia del grupo.

La fábrica de Craon, que había estado parada desde el 8 de diciembre, volvió a la actividad a finales de mayo, aunque la producción todavía no se ha reiniciado y la planta de secado número 1, incriminada, ha sido desmantelada.

El Ministerio de Agricultura ha señalado que no hay calendario para la reanudación de la fabricación, y según la subdirectora de la seguridad sanitaria de los alimentos, Fany Molin, para que ocurra serán necesarias “todas las garantías, que los resultados de las muestras prueben que no hay ningún riesgo”.

La asociación de familias de víctimas se resiste a la reapertura y ha advertido de que está dispuesta a acudir a la Justicia para evitarlo. EFE