Suiza abre las estaciones de esquí, con restricciones
EL Gobierno suizo anunció hoy que, a diferencia de la mayoría de sus vecinos, abrirá sus estaciones de esquí a partir del día 22, pero de manera restringida, y que cada instalación deberá solicitar un permiso de apertura especial a las autoridades regionales.
Estas evaluarán cada caso en función de la situación epidemiológica de la zona y de que las instalaciones cuenten con planes de prevención estrictos para evitar los contagios de la covid-19.
Las medidas requeridas incluyen el uso obligatorio de mascarillas en las cabinas e instalaciones al aire libre (telesillas y telesquís), así como en las filas de espera, incluidas las que están a cielo abierto.
Además, en las cabinas y cualquier otro medio de transporte solo se podrán utilizar dos tercios de los lugares disponibles.
Si los esquiadores quieren entrar a un restaurante deberán esperar en el exterior a que se libere una mesa, que no podrá ser ocupadas por más de cuatro comensales a la vez, con excepción de las familias.
Suiza es un país privilegiado para la práctica de los deportes de invierno y para el esquí en particular, para el que cuenta con una infraestructura muy desarrollada con un total de 2.400 estaciones.
Una de las ventajas del país es contar con el mayor número de picos por encima de los 4.000 metros de altura.
Según las últimas cifras disponibles, el volumen de negocio del sector se eleva a unos 1.250 millones de euros.
En los últimos años la proporción de turistas extranjeros que han llegado a Suiza con el objetivo de esquiar ha caído por debajo de la mitad debido a los precios más elevados con respecto a otros países.
A causa de la pandemia, el sector prevé una caída histórica de la ocupación hotelera este invierno, que podría llegar ser 31 % menor con respecto a la temporada anterior.
La entidad especializada Suisse Tourisme ha informado que por el momento las reservas han caído en un 19 % en las regiones de montaña y en un 28 % para las actividades de deportes invernales.
Según la misma entidad, el turismo europeo en las estaciones de esquí suizas podría retroceder hasta en un 49 % y los turistas de otras regiones del mundo podrían ser hasta un 86 % menos.
Fuera de Europa, Estados Unidos, Rusia y Australia son los principales mercados de las estaciones de esquí suizas.
En contrapartida, se espera que el turismo nacional de esquí aumente en un 9 % y que represente el 69 % de la ocupación hotelera.
A finales de octubre, unas 110.000 personas en Suiza habían comprado el Magic Pass, una abono económico que permite esquiar en más de 30 estaciones.
Suiza se encuentra bajo la presión de sus mayores vecinos (Alemania, Francia e Italia), que han decidido no abrir sus estaciones de esquí e intentan disuadir a sus ciudadanos de viajar a otros países cercanos donde esas infraestructuras sí funcionarán.
Francia ya ha anunciado que aplicará una cuarentena a quienes viajen a Suiza para esquiar.
Austria es el otro país alpino que ha decidido abrir sus estaciones, pero sólo a partir del día 24, aunque los hoteles, bares y restaurantes no podrán hacerlo hasta el 7 de enero. EFE
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