El banana pudding casero es un postre clásico del sur de Estados Unidos que ha ganado popularidad en todo el mundo por su textura cremosa, su sabor suave y su facilidad de preparación. Se compone de capas de galletas crujientes, rodajas de banana fresca y una crema dulce y delicada que se sirve bien fría. Es perfecto para preparar con anticipación y disfrutar al final de cualquier comida o como postre para llevar a reuniones familiares. Su presentación puede adaptarse a moldes individuales, copas transparentes o una fuente grande para compartir.

Ingredientes (para 6–8 porciones):

• 2 tazas de leche entera

• 1 caja de pudín de vainilla instantáneo

• 1 lata de leche condensada

• 2 tazas de crema batida (chantilly)

• 4 bananas maduras cortadas en rodajas

• 1 paquete de galletas tipo vanilla wafers o María

Preparación:

1. En un tazón grande, mezcla la leche, el pudín instantáneo y la leche condensada. Bate hasta que espese y refrigera por 10 minutos.

2. Incorpora la crema batida con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla aireada.

3. En una fuente o vasos individuales, coloca una capa de galletas, luego una capa de crema y luego rodajas de banana.

4. Repite las capas hasta llenar el recipiente. Finaliza con galletas y unas rodajas extra para decorar.

5. Refrigera mínimo 3 horas antes de servir.

Este banana pudding casero es una excelente opción para quienes buscan un postre sin horno, fácil y delicioso. Su textura sedosa y el contraste con las galletas y la fruta lo convierten en un favorito que nunca pasa de moda. También puedes experimentar agregando coco rallado, canela o una capa de caramelo para personalizarlo. Sirve bien frío y guarda lo que sobre, porque al día siguiente sabe aún mejor.