Indígenas piden a la ONU más ayuda técnica para que se cumplan sus derechos
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, destacó que "no ha habido muchos avances" desde que se adoptó en 2007 la declaración de ese organismo sobre los derechos indígenas.
Nueva York – La ONU debe emplear más recursos y cooperación técnica para ayudar a los pueblos indígenas a desarrollarse y ejercer sus derechos, indicaron hoy en Roma representantes indígenas reunidos en un foro.
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, destacó que “no ha habido muchos avances” desde que se adoptó en 2007 la declaración de ese organismo sobre los derechos indígenas.
El documento prevé, entre otros puntos, la contribución de las agencias de la ONU y otras organizaciones intergubernamentales mediante la cooperación financiera y la asistencia técnica.
En una reunión en la sede del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, Tauli-Corpuz abogó por reforzar esa asociación y lograr impactos reales porque, “sin ellos, las declaraciones no son importantes”.
El presidente de esa organización, Kanayo Nwanze, coincidió en que hace falta aumentar la cooperación y “pasar de los principios a las acciones”, pensando siempre en cómo deben ser las relaciones con los pueblos indígenas.
La relatora llamó a usar indicadores específicos para medir la mejora de las condiciones de estas personas, aumentar los recursos económicos e implementar la agenda de desarrollo sostenible acordada a nivel mundial hasta 2030, con una perspectiva de derechos humanos y con vistas a que “los indígenas no se queden atrás”.
También pidió la colaboración del FIDA para proponer proyectos indígenas que puedan ser financiados con el Fondo Verde para el Clima, que pretende movilizar 100.000 millones de dólares anuales para combatir el cambio climático.
Durante el foro se presentaron las recomendaciones recogidas durante una serie de talleres organizados en África, Asia, América Latina y el Caribe, y el Pacífico.
Por parte de los indígenas latinoamericanos, la activista nicaragüense Mirna Cunningham subrayó la necesidad de mejorar la comunicación con los técnicos de la agencia de la ONU “no solo en los ministerios, sino en la propia comunidad”.
Expresó el interés de estos pueblos en seguir aprendiendo, no buscar el impacto personal sino también el colectivo, ser socios del Estado y el sector privado, y crear un foro común para evaluar los proyectos de desarrollo.
La dirigente indígena instó al intercambio de buenas prácticas fomentando la producción agroecológica “que los indígenas han desarrollado con sus conocimientos tradicionales”, al diálogo entre generaciones para garantizar la transmisión de esos saberes y a la mayor participación de mujeres y jóvenes.
Además, recomendó a los Gobiernos elaborar una certificación internacional que reconozca los productos indígenas y promover el consumo de los productos propios de sus países, así como alianzas entre indígenas y con las redes comerciales para vender sus mercancías a pequeña y gran escala.
Se calcula que existen unos 370 millones de indígenas en más de 90 países, los cuales representan alrededor del 15 % de la población pobre del planeta y conservan el 80 % de la biodiversidad. EFE