Nueva York – Naciones Unidas teme que resurja la violencia en el este de Ucrania, dado que las partes enfrentadas están cada vez más cerca y en el frente se concentra una gran cantidad de armamento pesado.

Así lo advirtió en una rueda de prensa el coordinador humanitario de la ONU en Ucrania, Neal Walker, quien dijo estar “extremadamente preocupado” por que la violencia vuelva a resurgir en la región, donde están enfrentados el Ejército y los separatistas prorrusos.

“El problema es que están casi cara a cara. Antes los combatientes estaban a unos tres kilómetros los unos de los otros, ahora en muchos lugares la distancia entre ellos es de unos centenares de metros”, afirmó Walker.

“De verdad, temo que el cese el fuego no se mantenga y que la violencia vuelva a explotar”, agregó.

Además, arguyó que el hecho de que se haya comprobado el aumento de la concentración de armamento pesado cerca de la línea de contacto no trae bueno augurios.

“Sin la retirada del armamento pesado de la línea de contacto se violan los acuerdos de paz de Minsk y la mecha puede prender en cualquier momento”, recalcó.

Aclaró que fue la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) la que ha comprobado y alertado de dicha concentración.

Del 21 de enero al 3 de febrero los combates resurgieron en las zonas de Avdéyevka (bajo control ucraniano) y Donetsk (capital de una de las dos regiones separatistas), y causaron varios muertos, aunque el responsable no pudo determinar el número exacto de víctimas.

Como resultado, infraestructuras vitales de agua y electricidad fueron dañadas, dejando a la población sin calefacción con temperaturas de 20 grados bajo cero.

Ante esta situación, el Comité Internacional de la Cruz Roja propuso la creación de “zonas de seguridad” alrededor de estas instalaciones para evitar que sean atacadas.

“Trabajamos codo con codo con la Cruz Roja. Esta propuesta de zonas de seguridad la podríamos asumir fácilmente”, respondió Walker.

“De hecho -agregó-, son dos caras de la misma moneda. Hay que evacuar el material pesado de la línea de contacto, pero también de zonas pobladas. Igual que hay que evitar almacenar este material o estacionar personal militar cerca de infraestructuras civiles claves para la supervivencia de los civiles”, agregó.

Por otra parte, el responsable de la ONU dijo no contar con cifras concretas sobre las consecuencias del conflicto, pero las estimaciones de Naciones Unidas son que unas 10.000 personas han perdido la vida y 20.000 han resultado heridas.

Además, según las estimaciones de la ONU, entre 800.000 y un millón de personas huyeron de sus casas en el este y se refugiaron en zonas controladas por el Gobierno.

Adicionalmente, otras 200.000 personas que habían hecho el mismo camino han vuelto a sus hogares en las zonas aún controladas por los rebeldes. EFE