Nueva York – El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, denunció hoy que Estados Unidos utiliza la política de sanciones para “intimidar al mundo” y advirtió de que Moscú no excluye ninguna medida para “hacer entrar en razón a los desaforados rusófobos que marcan la pauta en el Capitolio”.

“Rusia nunca se doblegará ante este tipo de maniobras”, dijo a la prensa rusa el número dos de Exteriores, al comentar la aprobación ayer por el Senado estadounidense de un proyecto de ley que endurece las sanciones a Rusia y recorta la capacidad del presidente de EEUU, Donald Trump, para levantarlas.

Agregó que ese proyecto de ley es un “instrumento para intimidar a todo el mundo con consecuencias en caso de desobediencia y de no seguir la estela de la política exterior y la voluntad política de Washington”.

Riabkov subrayó que la decisión anunciada hoy por Moscú de reducir, a partir del 1 de septiembre, a 455 personas la plantilla, diplomática y técnica, de la Embajada y los consulados de Estados Unidos en Rusia restituye el equilibrio de las representaciones de ambos países.

“Con esto restablecemos la paridad, que durante mucho tiempo fue vulnerada por los estadounidenses, produciéndose una situación injusta, inaceptable para nosotros. La hemos cambiado”, explicó.

Rusia, agregó el viceministro, “advierte a EEUU contra intentos de utilizar esta situación para continuar esta espiral de medidas y contramedidas”.

“Lo que se ha hecho (por Moscú) es una respuesta a las acciones ilegales de EEUU y, ante todo, una respuesta a la bacanal antirrusa en el Congreso estadounidense”, subrayó.

Riabkov dejó claro que si Estados Unidos nuevamente intenta presionar a Rusia, a ello “seguirán medidas de respuesta, tanto idénticas como asimétricas”.

“No descartamos ningún tipo de medidas para, por así decirlo, hacer entrar en razón a los rusófobos que marcan la pauta en el Capitolio”, apuntó, para añadir que los instrumentos con los que cuenta Moscú no se limitan a reducir el personal de las representaciones diplomáticas de EEUU en Rusia. EFE