Probable éxito de Merkel augura continuidad en la política de Berlín
Sobre la mesa están los proyectos europeístas del presidente francés, Emmanuel Macron, y del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, además del desafío del "brexit" y la urgencia de avanzar en la cooperación militar y de seguridad.
Juan Palop
Nueva York – La casi segura reelección de Angela Merkel como canciller alemana para un cuarto mandato augura continuidad en las políticas europeas desde Berlín y pocas opciones para planes de integración visionarios, a la espera de que se concreten las propuestas de un renovado eje franco-alemán.
Sobre la mesa están los proyectos europeístas del presidente francés, Emmanuel Macron, y del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, además del desafío del “brexit” y la urgencia de avanzar en la cooperación militar y de seguridad.
Sin embargo, la campaña alemana apenas se ha adentrado en los intrincados vericuetos de la política europea y ha preferido centrarse en cuestiones nacionales, de los refugiados a las pensiones, pasando por la dependencia.
Los expertos consideran que la política europea no es un tema que aporte votos y que, entre los partidos con opciones reales de llegar al gobierno, las diferencias en este ámbito no son radicales.
“Hay un gran acuerdo” en torno a la política europea, señala Sabine von Oppeln, experta del Instituto Otto Suhr para la Ciencia Política, que explica que por eso ese capítulo “no juega un papel preeminente” en esta campaña.
Paul Nolte, profesor de Historia Contemporánea del Instituto Freidrich Meinecke, subraya que todos los partidos que pueden formar gobierno -algo inalcanzable para los eurófobos de Alternativa para Alemania (AfD- “son proeuropeos” y mantienen una “gran sintonía programática” en este asunto.
Efectivamente, las propuestas del bloque conservador de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la bávara Unión Socialcristiana (CSU), del Partido Socialdemócrata (SPD), el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes son similares en lo esencial, aunque con distintos acentos.
Según sus programas, los conservadores y los liberales quieren mantener los límites de déficit y se oponen a cualquier tipo de mutualización de las deudas soberanas dentro de la UE.
Los socialdemócratas y Los Verdes, por su parte, están dispuestos a una mayor flexibilidad fiscal, quieren más inversiones comunitarias y ven con buenos ojos la propuesta de Macron de un ministro de Finanzas y un presupuesto para la eurozona.
“Si la CDU lidera la próxima coalición, Macron lo tendrá más difícil para poner en práctica las reformas que ha planteado para la eurozona”, explica Von Oppeln, que cree que “el SPD está más abierto a las reformas” del presidente francés.
No obstante, esta experta considera que ni entre los partidos alemanes ni entre el electorado de la mayor economía europea hay una “gran disposición a reformas de calado en la UE” y cree que se va a seguir operando en el bloque en “modo reactivo”.
Nolte, por su parte, apunta en la misma dirección al señalar que espera para los próximos años una “gran continuidad” en política europea.
A su juicio, ser “proeuropeo” actualmente no es proponer grandes pasos adelante, “sino tratar de mantener el “status quo”, debido al viento en contra que padece el bloque con el “brexit” y los disensos internos norte-sur y este-oeste por las crisis de la deuda y los refugiados.
El politólogo de la Universidad libre de Berlín Oskar Niedermayer sostiene también que “la política europea de Alemania no va a cambiar de forma significativa en la próxima legislatura”.
A su juicio, con Merkel de nuevo como canciller configurando “las guías de la política europea” en Berlín, no se pueden esperar grandes reformas algo que, por otra parte, este experto cree que los alemanes no quieren.
“Los alemanes son proeuropeos hasta que les afecta al bolsillo”, asegura Niedermayer en relación a su oposición a relajar los límites de déficit o fórmulas como los eurobonos.
Los únicos partidos con un programa diferenciado en política europea son La Izquierda, en un extremo, y la ultraderechista AfD, en el otro.
AfD quedará excluido en principio de las futuras negociaciones para formar gobierno y, aunque el SPD no ha descartado en principio a La Izquierda, los sondeos ven improbable que esos dos partidos, sumando a los Verdes, cuenten con la mayoría necesaria para arrebatar la cancillería a Merkel.
Mientras La Izquierda quiere acabar con la “hegemonía” alemana en la UE y poner en marcha un programa masivo de inversiones públicas para animar la recuperación económica en el sur del bloque, AfD defiende que los rescates no deben hacerse a cualquier precio, cree que muchos países del sur deberían salir de la eurozona y apuesta por devolver a los países competencias ahora en manos de Bruselas. EFE