Un estudio realizado a partir de una muestra de cerebros de exjugadores de fútbol americano fallecidos arrojó como resultado que un alto porcentaje de ellos había desarrollado encefalopatía traumática crónica.

Esta enfermedad neurodegenerativa se produce a partir de repetidas lesiones cerebrales, causadas por ejemplo por golpes frecuentes en la cabeza, por lo que según el estudio, estos jugadores “pueden tener un alto riesgo de desarrollar cuadros neurológicos a largo plazo”.

Realizado por un equipo de Boston University y publicado hoy en la revista Journal of the American Medical Association, el estudio se enfocó en los cerebros de 202 exjugadores de fútbol americano que fueron donados para investigación.

El objetivo del equipo era buscar características de la enfermedad a partir de exámenes en el laboratorio y hablar con los familiares de los jugadores para conocer su historial, en particular, sobre temas relacionados con golpes en la cabeza, servicio militar o participación deportiva.

Al analizar la muestra, los investigadores hallaron que la encefalopatía traumática crónica estaba presente en el 87 por ciento de los casos, sin importar en qué liga participaban los jugadores.

Algunos de ellos eran jugadores del instituto, otros universitarios y muchos semi-profesionales.

Entre quienes habían participado en la National Football League (NFL), este porcentaje ascendía hasta el 99 por ciento, pues el equipo de investigación halló las características de la enfermedad en 110 de 111 casos.

En el caso de quienes solo habían jugado en el instituto, los rastros eran moderados, mientras que los restantes tenían una patología grave.

“Los síntomas de comportamiento, humor y cognición eran frecuentes entre aquellos con patología moderada y grave y los signos de demencia eran comunes entre los que tenían una patología grave”, señala el estudio.

La investigación advierte que la muestra no es representativa de la frecuencia con la que esta enfermedad puede estar presente entre los jugadores de fútbol americano, debido a que el equipo no seleccionó los cerebros analizados, sino que trabajó a partir de los donados.

“La mayor parte de los jugadores de fútbol americano han jugado solo durante su juventud o en los equipos de su instituto, pero la mayoría de los cerebros de este banco pertenecían a quienes jugaron en la universidad o a nivel profesional”, explicaron los autores.

A pesar de eso, la alta proporción de encefalopatía traumática crónica en los casos analizados sugiere, para el equipo de investigación, que la enfermedad puede estar relacionada con la participación de los exjugadores en este deporte.

“Varios factores también relacionados con el fútbol pueden tener influencia en el riesgo de desarrollar encefalopatía traumática crónica y en la gravedad de la enfermedad, como la edad de la primera exposición al fútbol, el período dedicado al deporte y la posición de jugador”, puntualiza el estudio. EFEUSA