Hazard, el chico de oro que soñaba con Zidane
Impecable, determinante o resplandeciente son adjetivos que sirven para describir la formidable carrera futbolística del francés Zinedine Zidane.
Son también los calificativos que la prensa belga dedica este viernes a Eden Hazard, capitán de los “Diablos Rojos” y autor este jueves de un doblete en el 3-1 frente a Rusia.
En un equipo con mucho talento por centímetro cuadrado, Hazard se ha ido convirtiendo en el faro de la selección que dirige Roberto Martínez, tercera en el pasado Mundial con el extremo del Chelsea como futbolista más determinante de su escuadra.
El excelso estado de forma de Hazard, a sus 28 años, y su aparente interés por recalar en el Real Madrid, especialmente ahora que su ídolo declarado “Zizou” ha regresado al rescate del banquillo blanco, hacen que la prensa deportiva pregunte a menudo al “diez” de Bélgica por el “diez” de Francia.
“Tengo mucho respeto por Zidane. Era mi ídolo. Gracias a él, comencé a jugar al fútbol”, reconocía esta semana el belga, quien ya hace tres años comentaba que de niño “le miraba en la televisión y en internet durante horas”.
“Hablaba de Zidane, comía Zidane… Por supuesto que me gustaría tenerle como entrenador un día”, decía entonces un Hazard que ha mamado el deporte rey desde la cuna.
Nacido en La Louvière, en 1991, Eden Michael Hazard se crió en Braine le Comte, un municipio valón de poco más de 20.000 habitantes que planea construir un museo consagrado a su ídolo local.
Allí, en la casa de los Hazard, se respiraba fútbol. Su madre, Carine, y su padre, Thierry, habían sido futbolistas de segundo nivel y ambos ejercían de profesores de deporte.
Eden era el mayor de cuatro hermanos y todos probaron suerte en el fútbol. La fortuna le sonrió también a Thorgan, que actualmente tiene 25 años, es internacional con Bélgica y mediapunta en el Borussia Mönchengladbach alemán. Y fue más esquiva con Ethan y Kylian.
Quienes le conocieron de chiquillo cuentan que Eden tenía un talento excepcional que apuntaló entrenando infatigablemente en el campo de fútbol que había junto a la casa de los Hazard.
En el Royal Stade Brainois donde empezó su formación sus compañeros se referían a él como “doué”, vocablo francés que puede traducirse al español por “dotado” o “talentoso”.
De allí pasó a las categorías inferiores del humilde Tubize, donde llamó la atención de los ojeadores del Lille. Partió entonces a esa ciudad fronteriza con Bélgica y debutó en la primera división francesa en 2007, con 16 años.
El belga fue asumiendo galones en el equipo hasta que en la temporada 2010-11, convertido ya en la referencia absoluta de los lileses, se proclamó campeón de la Copa y de la Liga y fue distinguido como mejor jugador de la competición.
Aquella fue la tercera vez, y por ahora la última, que el Lille se ha proclamado campeón de la liga regular francesa, gesta que hasta la llegada de Hazard el club no había conseguido desde 1954, el año que Elvis Presley grabó su primer disco.
Pese al interés que el “chico de oro belga” suscitaba en equipos de toda Europa, especialmente en Inglaterra, Hazard decidió quedarse todavía una temporada más en el club que le hizo profesional.
Hasta que un año después apareció el Chelsea con un talón de 40 millones de euros para el club y unos 6 millones netos por temporada para el jugador.
Y Hazard, como buena parte de los internacionales belgas, eligió la “premier” para seguir creciendo, acompañado siempre por su esposa, Natacha, a quien conoció con 14 años y con la que tiene dos hijos.
Bajo las órdenes de Rafa Benítez, José Mourinho, Guus Hiddink, Antonio Conte y Maurizio Sarri, el belga se fue confirmando como una estrella tanto en su club cono en la “generación de oro” de Bélgica.
El próximo domingo, en Chipre y con el brazalete de capitán, cumplirá 100 partidos como internacional, sólo por detrás de Jan Vertonghen (116) y Axel Witsel (100).
“Había pensado en simular una lesión para jugar mi partido número 100 en casa. Pero tengo demasiadas ganas de jugar. Haremos como si mi partido 101 fuera mi partido 100”, bromeó el futbolista tras ejercer de jugador determinante en el 3-1 frente a Rusia.
Con sus dos últimos goles, Hazard suma 29 tantos con los “Diablos Rojos”, lo que le convierte en el cuarto mejor goleador histórico de su selección, empatado con Marc Wilmots y superado sólo por Paul Van Himst (30), Bernard Voorhoof (30) y Romelu Lukaku (42).
Muchos le ven como pieza clave del futuro Real Madrid. Pero otros, como el histórico delantero del Chelsea Didier Drogba, creen que Hazard puede conseguir la ansiada Champions con los “Blues”.
“Creo que tiene la oportunidad de hacer historia. El club es aún joven y necesitamos a personas como él para ganar la Liga de Campeones. Me haría muy feliz que se quedase pero si se va a Madrid, le desearé buena suerte”, declaró está semana el marfileño. EFE