Nueva York – Al menos 9 soldados malienses murieron y un número indeterminado resultaron heridos en dos ataques ocurridos ayer, durante las elecciones municipales, en el centro-este del país, dijeron hoy a Efe fuentes médicas y policiales, en medio del silencio oficial.

Los ataques, perpetrados por desconocidos contra sendos convoyes militares, se registraron en torno a las 18.00 hora local, aparentemente de manera coordinada en una jornada electoral en la que abundaron los incidentes violentos, especialmente en el norte y este del país.

En el primer ataque, el convoy militar viajaba hacia Douentza (región de Mopti, centro del país) y transportaba las urnas de un colegio electoral cercano, cuando de pronto un vehículo pisó una mina, y tras ello se desató un intenso tiroteo con armas pesadas y automáticas contra sus ocupantes.

Cinco miembros de las Fuerzas Armadas murieron en el ataque y otros 9 resultaron heridos, pero los supervivientes consiguieron salvar las urnas y llevarlas a su destino.

El segundo incidente se produjo en Bambara Maudé, en una región distinta (Tombuctú) pero a solo unas decenas de kilómetros del lugar donde se registró el otro atentado.

Los atacantes tendieron una emboscada al convoy y los acribillaron a balazos, causando 4 muertos, entre ellos el capitán Moussa Siaka Koné, y varios heridos, entre ellos algunos graves, dijeron a Efe fuentes médicas.

Estos ataques bien preparados contra convoyes del Ejército suelen ser obra de grupos yihadistas presentes en una gran parte del territorio maliense, y que mantienen alianzas cambiantes con los grupos tuaregs separatistas.

De hecho, fuentes de los servicios de inteligencia apuntan en el segundo atentado como principal sospechoso al grupo de Alkassoum, en alianza o connivencia con la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA), de tendencia separatista tuareg.

La CMA había llamado ayer a la población tuareg a boicotear los comicios municipales, retrasados hasta en cuatro ocasiones por razones de seguridad, y lograron de hecho hacerlos imposibles en la región de Kidal, en el extremo noreste, donde sus simpatizantes destrozaron urnas y hasta llegaron a quemar banderas malienses. EFE