Nueva York – El ministro de Interior del estado federado alemán de Baja Sajonia, Boris Pistorius, confirmó hoy su intención de deportar a dos islamistas, con pasaporte nigeriano y argelino, aunque nacidos en Alemania, detenidos en febrero ante la sospecha de que preparaban un atentado en el país.

Pistorius informó de que el Tribunal contencioso administrativo federal ha dado la razón al estado federado, que ordenó la extradición de los dos hombres, de 22 y de 27 años, por infringir la ley de residencia.

Según indicó el ministerio regional en un comunicado, se trata de la primera vez que se aplicará en Alemania el artículo que permite deportar del país a una persona que suponga “un peligro especial para la seguridad de la República Federal o un riesgo terrorista”, aunque no haya cometido ningún ataque.

Los dos jóvenes, que vivían con sus familias en la ciudad de Gotinga, en el centro del país, fueron detenidos el pasado 9 de febrero en un amplio operativo policial en el que participaron alrededor de 450 agentes y en el que se registraron una docena de inmuebles.

La policía señaló entonces que los agentes se incautaron de varias armas, munición y banderas con símbolos de la organización terrorista Estado Islámico (EI).

Sin embargo, no se hallaron pruebas que confirmaran un plan concreto de atentado, por lo que no se pudo abrir un proceso penal contra ellos y se optó por la deportación, decisión que ambos recurrieron y que hoy confirmó el Tribunal contencioso administrativo federal.

La deportación es “una señal clara para todos los radicales de que no cederemos ni un centímetro a sus planes inhumanos”, dijo Pistorius, quien subrayó la importancia de aplicar los artículos más duros de la normativa de extranjería para evitar cualquier riesgo en Alemania, “independientemente de si los afectados han crecido” en el país.

Su departamento había argumentado ante la justicia que ambos hombres, incluidos en el listado de “peligrosos” de las fuerzas de seguridad, pertenecían a círculos islamistas en Alemania, simpatizaban con el EI y habían reunido armas para presuntamente preparar un atentado.

El tribunal autorizó la deportación al asumir que suponen un “peligro terrorista”, aunque en el caso del argelino la supeditó a que el Gobierno de Argelia garantice que el hombre no será sometido a torturas ni a tratos inhumanos o degradantes. EFE