Alemania investiga casos de ultraderechistas en fuerzas armadas
El ministerio reveló estas cifras en medio de la polémica abierta en el país tras ser detenido un teniente, identificado como Franco A., que se había registrado como solicitante de asilo sirio y que se sospecha que quería cometer un atentado xenófobo.
Nueva York – El Ministerio de Defensa alemán informó hoy de que los servicios de inteligencia militares investigan 280 casos de presuntos ultraderechistas miembros del ejército, motivo por el que han sido expulsados 18 soldados entre 2012 y 2016.
El ministerio reveló estas cifras en medio de la polémica abierta en el país tras ser detenido un teniente, identificado como Franco A., que se había registrado como solicitante de asilo sirio y que se sospecha que quería cometer un atentado xenófobo.
La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, canceló ayer un viaje que tenía previsto realizar a Estados Unidos para en cambio visitar el cuartel en el que estaba destinado el militar y entrevistarse con sus mandos en Illkirch, localidad francesa cercana a la frontera con Alemania.
El portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, garantizó hoy en una rueda de prensa que Von der Leyen, criticada en el estamento militar por cuestionar la firmeza del ejército al erradicar este tipo de casos, tiene el “total apoyo” de la canciller Angela Merkel.
La inmensa mayoría de los miembros de las fuerzas armadas realizan su trabajo ejemplarmente, añadió Seibert, pero es “absolutamente correcto” abrir una investigación para aclarar si la ideología “racista y ultranacionalista” o los abusos sexuales que también han sido denunciados son o no casos aislados.
“Sólo un caso ya es demasiado”, aseguró el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, Boris Nannt, para dejar clara la voluntad de Von der Leyen de limpiar las fuerzas armadas tras los últimos escándalos.
La detención de Franco A. puso de manifiesto el caos en los servicios de extranjería, que le otorgaron protección como solicitante de asilo y ayudas económicas como tal sin que nadie se percatara de que se trataba de un ciudadano alemán, pero también la laxitud en las fuerzas armadas ante determinados comportamientos.
Nannt confirmó que en 2014 el teniente presentó una tesina de máster con “expresiones claramente extremistas” -llegaba a hablar del “genocidio” de la población europea occidental por la inmigración- y admitió que “claramente se cometió un error” al no actuar entonces.
Sus superiores decidieron darle una segunda oportunidad para presentar un nuevo trabajo, no se le abrió un expediente disciplinario y lo sucedido no quedó registrado en su acta militar.
Mañana la ministra ha citado en Berlín a los principales mandos de las fuerzas armadas para analizar el caso de Franco A. y otros polémicos sucesos que han enturbiado en los últimos meses la imagen del ejército alemán.
El pasado 26 de abril el ministerio confirmó el cese del jefe de instrucción del Ejército por negligencia en la investigación de repetidas denuncias de abusos sexuales y de los rituales perversos a los que presuntamente eran sometidos los reclutas por parte de instructores durante el proceso de admisión.
Ante estos casos, Defensa ha encargado un informe exhaustivo sobre acoso y discriminación en el ejército, que debe aclarar en los próximos meses si existen en las fuerzas armadas “campos oscuros”, recordó Nannt.
Por su parte, el Ministerio de Interior también ha encargado una investigación a la Oficina Federal para las Migraciones y los Refugiados (BAMF) para aclarar cómo pudo reconocerse la petición de asilo de Franco A., que no hablaba árabe, y estudiar si ha podido haber casos similares. EFE