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Embarazadas, preocupación y esperanza ante la pandemia

El hecho de que los investigadores todavía tienen mucho que descubrir sobre esta enfermedad respiratoria y cómo afecta exactamente a las embarazadas y sus futuros bebés no hace más que contribuir a las preocupaciones de Ashmawy.

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Sarah M. Qassem

Nueva York – Mientras espera para su cita semanal con el médico en una clínica obstétrica del Cairo, Manar Ashmawy, de 28 años, juega impaciente y ansiosa con las manos dejando ver su preocupación antes de preguntarle al doctor si ella y el bebé que lleva dentro se verán afectados por el coronavirus.

El hecho de que los investigadores todavía tienen mucho que descubrir sobre esta enfermedad respiratoria y cómo afecta exactamente a las embarazadas y sus futuros bebés no hace más que contribuir a las preocupaciones de Ashmawy.

“Es un momento escalofriante. Voy a dar a luz a un bebé en medio de una pandemia global”, dijo a Efe la joven, que sale de cuentas en los próximos días.

“Todos nuestros planes para el parto han cambiado debido a este virus, hay tantas cosas inciertas y ninguno de nuestros padres han vivido antes una pandemia. Ni siquiera puedo pedir consejo a los míos sobre cómo lidiar con tal situación”, lamentó la futura madre.

ANSIEDAD Y PREVENCIÓN

Los médicos aconsejan que sólo haya un acompañante por embarazada en el momento del alumbramiento y Ashmawy no se quiere ni imaginar cómo sería no poder tener a su madre al lado en uno de los momentos más inquietantes de su vida.

Y es que la gente mayor es considerada población de riesgo ante el COVID-19, puesto que su sistema inmune es generalmente más débil que el de las personas jóvenes.

Egipto ha registrado ya 4.534 casos de coronavirus y 317 muertes, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud. Aunque más de un millar de los infectados se han recuperado, las medidas preventivas impuestas por las autoridades, como el toque de queda nocturno, siguen en vigor.

Casi todas las pacientes encintas del doctor Mostafa Selim, un profesor de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de El Cairo, le preguntan sobre las precauciones que deben tomar para protegerse del virus, no sólo ellas mismas sino también sus fetos.

“Aunque las embarazadas son consideradas inmunocomprometidas, todavía no sabemos si realmente corren un mayor riesgo de sufrir síntomas más severos que el resto de la gente, y por el momento no hay pruebas de infecciones fetales”, explicó Selim a Efe.

Este médico de 57 años agrega que las gestantes deben seguir las medidas preventivas habituales para evitar el contagio, como lavarse las manos, practicar el distanciamiento social y salir a la calle lo menos posible.

Los hospitales egipcios han puesto en marcha una batería de precauciones para proteger a madres y embarazadas, mientras que las enfermeras y técnicos sanitarios que están en contacto directo con pacientes están obligados a llevar mascarilla, algo que también anima a hacer a las futuras madres durante el parto.

Preguntado por la forma más segura de dar a luz durante la pandemia, el doctor argumenta que no hay pruebas que sugieran que la cesárea sea mejor, si bien limitaría el contacto cara a cara con un alto número de sanitarios al estar planeada de antemano.

Las estancias en los hospitales para las mujeres que dan a luz de forma natural suelen prolongarse más de ocho horas, lo que las expone a tener contacto con varios médicos y enfermeras según van cambiando los turnos, advirtió Selim.

UN NACIMIENTO EXCEPCIONAL

A Mariam Abdelhamid y su marido no les preocupa tanto como a Ashmawy el impacto del virus, pues han estado en aislamiento voluntario desde que su bebé nació el pasado marzo.

“Siento que a mi niño le están robando la fase normal de un recién nacido, pero no importa mientras le mantenga sano y saludable”, indicó a Efe Abdelhamid, una ama de casa de 26 años, por vía telefónica.

En su caso, el bebé tuvo que conocer a sus abuelos por videoconferencia, puesto que su “proteccionista” instinto maternal la ha llevado a no permitir que ninguna visita se acerque por ahora al pequeño.

Layla Omar, de 30 años y en cuarentena desde principios de marzo para evitar contagiarse durante el embarazo, pasa el rato pensando en formas graciosas para en el futuro explicar a su hijo cómo nació durante unas circunstancias que sólo acontecen cada cien años.

Según relata a Efe por teléfono, trata de mantenerse “en calma y esperanzada” para evitar perder los papeles durante estos tiempos difíciles.

“Creo que mi marido y yo tenemos mucha suerte (…). Cuando decidimos traer a un niño al mundo se desató una pandemia”, comenta entre risas la futura madre. EFE

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