Nueva York – La ONU se declaró este lunes alarmada por los choques entre fuerzas turcas y sirias en la provincia de Idlib (noroeste de Siria) y por las muertes de civiles como resultado de la ofensiva del régimen de Damasco en la zona.

“Esta escalada subraya una vez más la amenaza para la paz y la seguridad internacional causada por el conflicto en Siria”, señaló el portavoz Stéphane Dujarric en su conferencia de prensa diaria.

Según Dujarric, Naciones Unidas está en contacto con distintos bandos para urgir a una reducción de la tensión y exigir protección para la población civil.

“Estamos muy alarmados por las informaciones de choques entre tropas del Gobierno sirio y fuerzas turcas en el noroeste de Siria”, insistió el portavoz.

Según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ocho ciudadanos turcos -tres civiles y cinco soldados- fallecieron en un bombardeo de las fuerzas sirias en Idlib.

En respuesta, Erdogan dijo que su Ejército lleva a cabo una operación de castigo en la que ya habrían resultado muertos o heridos 35 soldados sirios.

La presencia militar turca en la región data de finales de 2017 y aunque Turquía no mantiene contacto directo con el Gobierno sirio, lleva tres años negociando con la mediación de Rusia sobre el destino de Idlib, la última provincia siria controlada por milicias islamistas alzadas en armas contra Damasco.

Dujarric alertó además de las consecuencias que los combates en Idlib están teniendo para la población civil y el riesgo que plantean para más de 3 millones de personas que viven en esa provincia.

Según la ONU, entre el 31 de enero y el 2 de febrero al menos 25 comunidades se vieron afectadas por fuego de artillería y 47 por bombardeos aéreos.

Desde el 1 de diciembre, más de medio millón de personas se han visto desplazadas por las hostilidades, un 80 por ciento de ellas mujeres y niñas.

Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 53 instalaciones médicas tuvieron que suspender sus operaciones durante enero como consecuencia de la inseguridad o a medida que la huida de civiles dejaba zonas desiertas.

Según el portavoz, el secretario general de la ONU, António Guterres, llama a un cese de las hostilidades inmediato y recuerda que cualquier ataque contra servicios médicos o escuelas es “inaceptable”.

Decenas de civiles y combatientes han muerto en las últimas horas en el noroeste sirio en medio de la intensificación de la ofensiva militar que llevan adelante las tropas de Al Asad con el apoyo de Rusia, según la Defensa Civil de Siria (los llamados Cascos Blancos). EFE