Nueva York – La ONU expresó hoy su preocupación por que los iraquíes que huyen de la batalla por la liberación de Mosul a las gobernaciones sirias de Raqa, Dayr Az Zawar y Hassakeh sean vistos como afiliados del Estado Islámico (EI) y se vean atrapados de nuevo en los ataques yihadistas o de la coalición internacional.

La oficina del alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Husein, indicó además que “varios cientos de civiles iraquíes experimenten una situación humanitaria extrema” en áreas como Rajm al Sleibi, en la gobernación de al Hassakeh, en la frontera con Irak que está bajo control de las fuerzas kurdas.

En la gobernación de Raqa los yihadistas del grupo terrorista en la zona habrían alojado a algunas de las familias iraquíes recién llegadas en viviendas de residentes locales que han huido y a la puerta de la propia ciudad, en el vecindario de Al Mashlab, bajo fuerte control de los combatientes del EI.

“Nos preocupa que el EI pueda recurrir en Raqa a las tácticas ya empleadas en Manbij en agosto”, señaló la ONU, en referencia a la toma de rehenes civiles y la colocación de artefactos de explosivos improvisados en viviendas y en vecindarios residenciales.

La oficina de Zeid también expresó su preocupación por una serie de muertes por “los ataques cada vez mayores desde el aire y la tierra sobre objetivos del EI en áreas pobladas”.

Inquieta especialmente a la ONU el deterioro de la situación humanitaria en Madaya, al noroeste de Damasco.

Desde octubre unas 25 personas con problemas de riñón necesitan ser evacuadas urgentemente para recibir cuidado médico.

Los residentes en Madaya y en la zona rural de Damasco han sufrido el asedio de fuerzas progubernamentales desde mediados de 2015 y solo unas pocas personas con conocimientos médicos han permanecido en la ciudad, recalcó la ONU.

“Recordamos a todas las partes que deben permitir y facilitar el acceso rápido y sin obstáculos a la ayuda humanitaria por parte de los civiles necesitados”, enfatizó Shamdasani. EFE