Nueva York – La sequía agravada por el fenómeno meteorológico de El Niño ha dejado en Zimbabue a 2,7 millones de personas con necesidad de ayuda alimentaria, mientras el 70 % de los cultivos se han perdido en el país desde el inicio de este año, confirmaron este martes las autoridades zimbabuenses.

“La sequía inducida por El Niño ha causado hambre en el país, pero nadie va a sufrir, ya que el Gobierno ha adoptado medidas para evitar el hambre”, dijo en una rueda de prensa en la capital, Harare, el ministro de Agricultura, Anxious Masuku.

Entre esas medidas, por ejemplo, Masuku citó el levantamiento sobre la prohibición de importar alimentos como arroz y maíz impuesta en varias ocasiones durante los últimos años con el objetivo de ahorrar y tras temporadas de buenas cosechas.

Por su lado, el secretario permanente del mismo ministerio, Obert Jiri, detalló a EFE que las reservas de comida del país son ahora escasas, con 195.000 toneladas de maíz -alimento básico de la dieta zimbabuense- para responder al total de 2,7 millones de personas necesitadas de ayuda.

“Actualmente, el Gobierno está liberando 23.000 toneladas mensuales de nuestros depósitos para alimentar a la gente y no estamos seguros de cuánto durarán los alimentos. Nos enfrentamos a una situación muy grave como país”, afirmó Jiri.

Para hacer frente a la crisis, “el Gobierno ha permitido a actores privados importar cereales para ayudar a alimentar a la gente”, destacó.

El pasado mes de enero, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas anunció que emplearía casi 40 millones de dólares este año en comprar alimentos de emergencia para Zimbabue durante la temporada de escasez que transcurre entre enero y marzo.

El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.

Mientras que la sequía sacude países como Zambia o Zimbabue, este fenómeno meteorológico provocó en los últimos meses lluvias torrenciales en el este de África que dejaron centenares de muertos en Kenia, Tanzania, Somalia y Etiopía. EFE