Le contamos cuáles son las ventajas de estudiar una carrera en Rusia
"Son muchas las ventajas de estudiar aquí. Sobre todo para los estudiantes de países con los que Rusia mantiene una intensa actividad económica", dijo a Efe Liubov Glébova, directora de la Agencia federal rusa para la Cooperación (Rossotrúdnichestvo).
Arturo Escarda
Nueva York – Estudiar una carrera en Rusia es una opción cada vez más atractiva para universitarios de América Latina y España, sobre todo ahora que el Gobierno ruso ofrece a los extranjeros hasta 15.000 plazas anuales en sus mejores universidades públicas.
“Son muchas las ventajas de estudiar aquí. Sobre todo para los estudiantes de países con los que Rusia mantiene una intensa actividad económica”, dijo a Efe Liubov Glébova, directora de la Agencia federal rusa para la Cooperación (Rossotrúdnichestvo).
Por eso son los alumnos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Brasil y Bolivia -países que mantienen estrechos vínculos económicos y políticos con Moscú- los que más plazas gratuitas acaparan entre las asignadas para el mundo iberoamericano.
“Los negocios conjuntos nos llevan a la necesidad de formar especialistas” capaces de atender las necesidades productivas de esos proyectos, subrayó la directora del ente estatal que dirige la selección de solicitantes extranjeros que quieren cursar una carrera en este país.
Las centrales nucleares rusas levantadas por la corporación estatal de energía atómica Rosatom en otros países, por ejemplo, requieren de personal formado en Rusia para su explotación y mantenimiento.
“Este tipo de circunstancias se tienen en cuenta a la hora de asignar las cuotas de plazas universitarias a distintos países”, apuntó Glébova, que puso como ejemplo la formación de expertos en energía nuclear en la Universidad Nacional de Investigación Nuclear MEPhI de Moscú, estrecha colaboradora de Rosatom.
Dado que el interés por estudiar en Rusia no deja de crecer en toda América Latina, las plazas ofrecidas a los estudiantes de esa región han sido incrementadas en un 50 por ciento sólo en el último año.
Rusia, agregó, “está volviendo a esa región, sin duda muy importante y con perspectivas económicas”.
“Sabemos que el interés hacia un idioma (el ruso, en este caso) depende de las relaciones económicas entre los Estados. Si el año pasado se ofrecieron 400 plazas gratuitas a estudiantes latinoamericanos, este año ya son 600”, explicó Glébova.
Las solicitudes registradas a través del portal web http://russia.study -gestionado por la agencia para asignar las plazas disponibles- han superado este curso las 5.800 en los países de América Latina, entre ellos Haití (más de 1.300), Brasil (casi 1.000) y Ecuador (más de 700).
En el caso de España, veinte alumnos se han matriculado este curso académico en los centros rusos, aunque también es cierto que el número de solicitudes para el curso 2016-2017 fue de apenas un centenar.
Los cursos de perfeccionamiento de ruso, la lingüística, la jurisprudencia y las relaciones internacionales son las especialidades más demandadas por los universitarios españoles.
Los estudiantes latinoamericanos, a su vez, se interesan sobre todo por las carreras de medicina, economía, ingeniería petrolífera, ciencias políticas, informática y tecnologías de la información.
Los técnicos de Rossotrúdnichestvo -que han realizado este año una visita de trabajo a Colombia, Argentina, Guatemala y el Salvador- han observado el creciente interés de esos países en poner en marcha proyectos científicos y educativos conjuntos.
“Colombia tiene interés en crear en sus grandes puertos marítimos cátedras universitarias conjuntas en biotecnologías, biodiversidad, ciencias marinas y distintas ingenierías. Guatemala necesita especialistas en geología y el Salvador, en pedagogía y ciencias informáticas”, indicó Glébova.
Estudiar en Rusia puede parecer en chollo en los países donde hay que pagar por la educación universitaria, incluso si se estudia en un centro público.
“Todos los alumnos que ocupan plazas públicas en las universidades rusas reciben además una beca” para sufragar sus gastos, explicó Glébova.
Además, los extranjeros son alojados en residencias de estudiantes y no deben justificar con resultados académicos el derecho a cobrar una beca, agregó la directora de la Agencia para la Cooperación.
“También reciben cursos gratuitos de ruso a lo largo de toda su etapa en la universidad. Rusia es famosa por su hospitalidad. Aquí siempre nos alegramos de recibir a estudiantes de otros países y hemos creado todas las condiciones para que su vida en Rusia sea confortable”, aseguró Glébova. EFE