Luciano Caceres, con su obra unipersonal “Muerde”, llega a Nueva York
Por Sophia Angelica
Con más de cien obras en su extensa trayectoria, Luciano Cáceres se ha desarrollado como un actor y artista versátil, dispuesto a asumir cualquier reto e impactando a su audiencia en cada paso que toma.
Cáceres fue preparado desde su nacimiento para amar la actuación, ya que su papá fue dueño del teatro independiente, Teatro de la calle Rincón, y dormía bajo el techo de un escenario.
Con una curiosidad y pasión natural, aprendió todas las líneas de una obra que su padre estaba presentando, y desde ese entonces, comenzó a formarse él mismo como actor teatral a los once años.
Cáceres pronto evolucionó, y se convirtió en artista de todos los medios, desde el teatro hasta la televisión y el cine en proyectos reconocidos como “Graduados”, “Estocolmo”, “El Nido”, “Gato Negro”, “Operacion Mexico: Un pacto de Amor”, y muchos más.
Ahora, Cáceres está promocionando su primer monólogo unipersonal que ya ha llevado por todas partes del mundo, esta vez en Miami, Los Ángeles, y Nueva York bajo la producción de Club Media Network.
Ganadora de varios premios, “Muerde” sigue la historia de Rene, quien fue abandonado por sus padres en un pueblo rural y a medida que crece, queda atrapado en la oscuridad de su propia inocencia.
Su primera vez en la gran manzana, Cáceres actualmente se está preparando para presentarla en el Producer’s Club (358 W 44th Street) el martes 29 de octubre y el miércoles 30 de octubre a las 7:30PM.
En una entrevista exclusiva con El Especialito, Cáceres compartió más detalles sobre “Muerde” y sus varios logros a través de su camino.
Cuéntenos un poquito cuáles fueron tus inicios en esta industria.
Mis padres me concibieron literalmente en un escenario. Es complicada la historia. Mi padre estaba casado con la mamá de mi madre, mi madre casada con otro señor. Por un amor prohibido, pero aquí estoy. A los tres años, yo acompañé a mi papá de gira también en un monólogo unipersonal. Me lo sabía de memoria. Allí me di cuenta que es lo que quería hacer. Empecé a estudiar muy joven, y a los once años, fue mi primera experiencia en teatro. En agosto, cumplí treinta y seis años de profesión. Después de eso, vino la televisión y más de cien obras de teatro, como director y actor.
¿Hay algún proyecto que sientes que te ha marcado en tu carrera?
De alguna manera, fue “Muerde”, la posibilidad de estar solo en el escenario, el proceso de ensayo, y la preparación del personaje. Al mismo tiempo, siento que son todos estos años acumulados de experiencia, de trabajo, de viajes que me hicieron llegar a esto. Fueron muchas películas, y con la popularidad de la televisión, pero el teatro siempre es mágico. Es milagroso, como tanta gente se pone de acuerdo en un día determinado para compartir con gente que no conoce y creerse lo que está sucediendo en el escenario.
¿Qué inspiró la decisión de hacer este tema en particular?
Estaba rodando una película en Madrid como protagonista, y el autor Francisco Lumerman me pasó el texto. Llegó a un momento justo, y fue todo muy natural. Volví de Madrid, nos pusimos a ensayar, sacamos a la venta las entradas, y se agotaron todas las funciones. Se sumó Danny Mañas como productor. Empezaron los viajes. Tenía ganas de contar la historia de un ser particular.
“Muerde” cuenta la historia de Rene, un chico que primero su madre lo abandonó al nacer, y después su padre a los diez años, lo abandona en un taller de carpintería de ataúdes, y queda suspendido en esos diez años. En el correr de una hora de espectáculo, vas a conocer sobre ese abandono que hicieron, sobre su relación con el amor, y un vínculo muy particular con los perros que da título a esta obra.
¿Cómo ha sido el proceso de desarrollo, especialmente siendo unipersonal?
La primera imagen que tuve fue que mi madre trabajó 30 años en asistencia social. Cuando yo no tenía clases en la escuela, la acompañaba, y me llamaba la atención como niños de mi edad tenían mocos colgando. Entonces, yo le decía a mi madre porque tiene mocos, y me dice porqué tienes una madre presente todo el tiempo se está ocupando de vos. Esa fue la primera imagen del abandono naturalizado, y eso me activó la imagen que quería dar. Después, de alguna manera, este espectáculo no deja de emparentar, porque quién no se ha sentido distinto en algún ámbito, que no ha sufrido un abandono?
¿Cómo se siente poder viajar a Estados Unidos con “Muerde” y conectar con audiencias tan diferentes?
Lo que sucedió en Miami, llenar una función y en casi un día, teniendo que agregar una segunda, con el abrazo del público, el llanto y la risa, la reflexión, y el intercambio, estoy muy contento, con mucha expectativa. Después, me gusta la posibilidad también que tiene Producer’s Club, de poder estar en un lugar muy íntimo, es una entrada más amable y favorece a la experiencia. Creo que los que estemos allí compartiendo, lo hermoso que es el teatro, no nos vamos a olvidar de lo que sucedió.
¿Qué has aprendido a través de los años que puede servir como consejo para actores emergentes hispanos?
Para mí, hay tres puntos claves. Uno es la formación, el estudio, y conocer los géneros. Luego, es el hacer, porque lo que te da la prueba [es el] error, y algunos acierto. Después, es reconocer la particularidad que uno tiene para poder generar la diferencia y ser elegido en una audición, y eso llama a los espectadores.
¿Cuáles son los próximos pasos para ti?
Con “Muerde”, voy a seguir. Tenemos ya un año de mucha gira. Estoy en paralelo con otra obra. Una película que hice el año pasado se estrena en enero en Madrid, y arrancando a fin de año el rodaje de una película.
Las entradas de “Muerde” se pueden adquirir a través de https://www.ticketplate.com/