Nueva York – La policía china detuvo a 168.000 personas sospechosas de producir o traficar con estupefacientes en el año 2016, según el informe de la Comisión Nacional de Control de Narcóticos presentado hoy.

En ese ejercicio las autoridades desmantelaron 438 laboratorios de producción de drogas y se interceptó la entrada al país de 430,6 kilos de cocaína y 24 de heroína, indicó también el informe anual.

En el documento se subraya que el principal origen de la cocaína que entra a China es Suramérica, y que ésta entra sobre todo a través de Hong Kong y la provincia meridional de Cantón, aunque su consumo es minoritario (sólo hay 394 adictos registrados, de un total de 2,51 millones de consumidores de estupefacientes).

Afganistán, Irán y Pakistán siguen siendo el principal origen del opio y la heroína, mientras que desde el “Triángulo de Oro” (Laos, Tailandia y Birmania) llega buena parte de la metanfetamina introducida de contrabando al país asiático.

Según la comisión antidrogas, el consumo de estupefacientes sigue creciendo en el país lentamente, habiendo aumentado un 6,8 por ciento en 2016, con una reducción progresiva en el uso de heroína mientras aumenta el de drogas sintéticas como la metanfetamina y la ketamina.

Más de la mitad de los 2,51 millones de drogadictos antes mencionados (1,52 millones) consumieron drogas sintéticas, mientras que por edades buena parte de los consumidores (1,46 millones) se sitúa en el arco entre los 18 y los 35 años.

Ante el incremento del uso de psicoactivos, la comisión alertó que la lista oficial de este tipo de sustancias ilegales elaborada en China (con 116 en total) se está quedando pequeña, ya que los productores de droga están creando otras nuevas.

El narcotráfico a gran escala es un delito que puede ser castigado con pena de muerte en China, y varios ciudadanos extranjeros han sido incluso ejecutados por la Justicia de este país después de ser detenidos en posesión de estupefacientes.

A finales del pasado mes de febrero, fue ajusticiado en China por narcotráfico al colombiano Ismael Enrique Arciniegas Valencia, de 74 años, y hay otros 146 ciudadanos de ese país detenidos en prisiones chinas por ese mismo delito. EFE