El dilema de las licencias de clubes: el que no cumpla no competirá en 2018
La FIFA aprobó en 2006 el Reglamento de Licencias de Clubes y su implementación obligatoria en las asociaciones afiliadas. Once años después, el plazo para la puesta en marcha termina y para 2018 los equipos que no lo cumplan quedarían fuera de los torneos oficiales de carácter internacional.
En el caso de Sudamérica, la Conmebol, sus diez asociaciones miembro y los equipos de primera división de cada una ultiman acuerdos para establecer y ejecutar las normas que les permitan obtener las licencias exigidas y así no quedar fuera de Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Recopa.
Para algunos es un dilema porque el asunto no ha tenido la suficiente divulgación y no hay información clara sobre lo que han hecho hasta ahora las asociaciones y sus clubes para cumplir y, en algunos casos, definir los requisitos que pide la FIFA.
En Argentina los nuevos requerimientos para obtener las licencias no suponen cambios estructurales para los afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), pero pueden traer complicaciones si no se resuelven algunos problemas económicos y de seguridad.
Por esta razón, para los actuales subcampeones del mundo una propuesta bien recibida fue la creación de la Superliga, que busca profesionalizar la Primera División, el mismo objetivo que persiguen la Conmebol y la FIFA.
Como el argumento inicial de la FIFA era “mejorar y profesionalizar la industria del fútbol mediante estándares mínimos en aspectos claves y fundamentales”, la entidad creó, con la colaboración de las seis confederaciones continentales, el marco mundial para la concesión de licencias de clubes.
La Conmebol aprobó en 2016 su reglamento de Licencias de Clubes.
Es ahí donde se complica el tema porque los equipos que no la tramiten y la obtengan no podrán competir en los torneos oficiales.
Para su obtención, cada entidad debe cumplir con los requisitos en cinco áreas fundamentales: la deportiva, la de infraestructura, la administrativa, la jurídica y la financiera.
Pero ¿cuánto de esto se está cumpliendo a cinco meses de que termine 2017 y comience la temporada 2018?
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) presentó en enero a todos los clubes de primera y segunda división del país las exigencias para obtener las respectivas licencias.
Pero al constatar que muchos clubes no conseguirían cumplir todas las exigencias, al menos las financieras, la CBF las flexibilizó recientemente.
“El problema es que tenemos que adaptarnos al reglamento de la Conmebol, que fue anunciado en el segundo semestre de 2016, y por eso vamos a hacer reglas más duras, pero gradualmente”, justificó el director del departamento de registro de la CBF, Reynaldo Buzzoni.
El dirigente admitió que “muchos clubes no conseguirían adaptarse a las reglas de la Conmebol en un año y se quedarían sin licencia” y dijo que el objetivo de la CBF no es impedirles disputar el Campeonato Brasileño sino orientarlos sobre lo que les falta.
La experiencia de Brasil indica que aunque la FIFA dio las directrices y las federaciones son las que entregan las licencias, al final los equipos pueden negociar tiempos y plazos para eliminar los riesgos de quedar por fuera de una competición internacional.
En Colombia, la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) creó el puesto de coordinador de licencias, del que está a cargo Saúl Zambrano, quien considera que “los clubes han estado muy receptivos y proactivos. Han llamado, han preguntado y algunos saben que los tiempos son justos pero igual están trabajando el tema”.
Sobre la infraestructura, Zambrano señaló que es donde más problemas han tenido porque los estadios, excepto el del Deportivo Cali, no son de los clubes y hay varios que no cumplen con los requisitos exigidos por la FIFA y la Conmebol.
En Panamá, el secretario general de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), Eduardo Vaccaro, explicó que “la fecha fatal para presentar los documentos era a finales de abril, pero a petición de la Fepafut, la Concacaf extendió el plazo hasta el 31 de mayo porque hubo clubes que no entregaron la documentación a tiempo”.
Asimismo, el gerente de Concesión de Licencias del Ecuador, William Poveda, dijo que han hablado con los clubes “y la mayoría de los criterios son completamente manejables y aplicables para la temporada del año 2018, para cumplir y participar sin inconvenientes en las Copas Libertadores y Sudamericana”.
Los clubes bolivianos, en tanto, tienen plazo hasta el próximo 30 de noviembre para obtener la licencia nacional de funcionamiento, que es un paso previo para la acreditación internacional según información de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Los tiempos se acaban y las asociaciones tendrán que tomar decisiones sobre la flexibilidad que manejen con los equipos que no cumplan, en un tema que al parecer solo será tomado en serio cuando un equipo ‘grande’ quede inhabilitado para jugar los torneos importantes del continente. EFE