Nueva York – La Oktoberfest de Múnich, tradicional fiesta de la cerveza que se celebra cada año en la capital de Baviera (sur de Alemania), cierra hoy sus puertas tras recibir a 6,2 millones de visitantes, según el balance provisional de los organizadores.

La feria, que comenzó el 16 de septiembre, se revitalizó en esta edición y volvió a superar la cifra de los seis millones después de que el año pasado el mal tiempo y las reforzadas medidas de seguridad por temor a ataques yihadistas rebajaran el número de visitantes a los 5,6 millones de personas.

La cerveza volvió a ser la protagonista de la fiesta en su edición número 184, con 7,5 millones de las tradicionales jarras de litro vendidas, acompañando a los 127 bueyes y 59 terneros que se cocinaron.

Junto a vecinos de Múnich y alemanes de otras partes del país, los organizadores destacaron la asistencia a la fiesta de estadounidenses, seguidos de británicos, austríacos, franceses y suizos.

La policía también hizo un balance positivo al descender los delitos de lesiones, aunque subieron los de carácter sexual y los de drogas, lo que vinculó al aumento de cámaras de vigilancia en el recinto.

En el dispositivo participaron 600 agentes, además de 1.600 guardias de seguridad encargados de controlar las entradas al recinto y el interior de las carpas.

De nuevo estaba prohibido llevar mochilas y bolsos grandes, y el prado en el que tradicionalmente se levantas las carpas volvió a ser rodeado con vallas y barreras de hormigón. EFE