Papa Francisco inicia viaje a Bangladesh pidiendo ayuda global a los rohinyás
El pontífice señaló que el apoyo se debe hacer "no solo trabajando para resolver los problemas políticos que han provocado el desplazamiento masivo de personas, sino también ofreciendo asistencia material inmediata a Bangladesh en su esfuerzo por responder eficazmente a las urgentes necesidades humanas".
Moncho Torres
Nueva York – El papa Francisco comenzó hoy una visita de tres días a Bangladesh con una llamada de ayuda a la comunidad internacional para hacer frente a la crisis de refugiados rohinyás, aunque al igual que en su anterior etapa en Birmania (Myanmar) evitó citar por su nombre a esa minoría musulmana.
“Es necesario que la comunidad internacional tome medidas decisivas para hacer frente a esta grave crisis”, afirmó el papa en su primer discurso en este país de 160 millones de habitantes, casi un 90% de ellos musulmanes.
El pontífice señaló que el apoyo se debe hacer “no solo trabajando para resolver los problemas políticos que han provocado el desplazamiento masivo de personas, sino también ofreciendo asistencia material inmediata a Bangladesh en su esfuerzo por responder eficazmente a las urgentes necesidades humanas”.
El papa, que minutos antes se había reunido en privado con el presidente de Bangladesh, Abdul Hamid, alabó también “el espíritu de generosidad y solidaridad” de este país, donde se han refugiado desde el pasado 25 de agosto más de 620.000 rohinyás huyendo de la violencia en Birmania.
Una generosidad, agregó, “que se ha manifestado con más fuerza en el impulso humanitario con el que han atendido a los refugiados llegados en masa del estado de Rakáin dándoles refugio temporal y lo necesario para la vida”.
Francisco llegó a Bangladesh procedente de Birmania y aunque fue más claro en sus referencias a la rohinyás que en el país vecino, evitó una vez más referirse explícitamente a esta comunidad para evitar represalias hacia la comunidad católica birmana por parte de sectores extremistas.
En Bangladesh, sin embargo, había expectación por escuchar los comentarios del papa en apoyo a los rohinyás, tal y como ha venido haciendo en los últimos meses.
Antes de la comparecencia del papa ante autoridades locales en el palacio presidencial, Hamid lo elogió por alzar su voz frente a la “brutalidad” contra los rohinyás.
“La muy loable posición que su santidad ha tomado a favor de los rohinyás en apuros y su apasionada voz contra esa brutalidad, nos da esperanzas para una resolución de la crisis”, afirmó el presidente bangladesí.
Hamid destacó que el llamamiento del papa a ayudarles y asegurar todos sus derechos “otorga responsabilidad moral a toda la comunidad internacional para actuar con prontitud y sinceridad”.
El presidente recordó al papa que Bangladesh ha acogido a “un millón de rohinyás que fueron forzados a abandonar la tierra de sus ancestros en el estado de Rakáin en Birmania”, incluidos los más de 600.000 llegados desde agosto.
Además, puso el énfasis en los crímenes sufridos por “miles de ellos, incluidos mujeres y niños”, que han sido brutalmente asesinados, víctimas de violaciones o han visto sus casas arder.
Por ello, añadió el presidente, “tuvieron que buscar refugio en Bangladesh para escapar de las implacables atrocidades del Ejército de Myanmar”, y recordó que a diferencia del país vecino, los rohinyás fueron recibidos en Bangladesh “con los brazos abiertos”.
El presidente de Bangladesh pidió “compartir la responsabilidad” a la hora de proporcionar a los rohinyás un “retorno seguro, sostenible y digno a su hogar e integración con la vida social, económica y política de Birmania”.
La semana pasada los gobiernos de Bangladesh y Birmania acordaron un proceso de repatriación para los refugiados rohinyás que se prevé que comience en los dos próximos meses.
Las autoridades de Birmania, país de mayoría budista, no reconocen la ciudadanía a los rohinyá, ya que los considera inmigrantes bengalíes.
El Gobierno estadounidense consideró la semana pasada, tras un “análisis cuidadoso y exhaustivo” de los hechos, que la violencia y los abusos contra los rohinyás en el estado birmano de Rakáin constituye “limpieza étnica”.
Francisco llega a Dacca en la segunda visita a Bangladesh de un pontífice desde la independencia del país en 1971, tras la del papa Juan Pablo II, en 1986. EFE