Mercedes Palomino

Nueva York – El color y la magia de las mujeres Shawi, un pueblo aún poco conocido de la Amazonía de Perú, se lucen en Lima en una exposición fotográfica que las muestra en la cotidianeidad, con sus coronas de plumas, largos collares y maquillaje de símbolos que expresa mensajes tan diversos como “mujer valiente”.

“Shawi Sanapi” (mujer Shawi, en su idioma) es el rótulo bajo el que se reúnen retratos de las mujeres indígenas de la aldea de Balsapuerto, de la amazónica región de Loreto, y que fueron tomados por la fotógrafa finlandesa Meeri Koutaniemi en el 2016.

La exposición, que se exhibirá hasta el 15 de julio próximo en la sede del Ministerio de Cultura en Lima, se centra en la vida cotidiana de las Shawi, y muestra su belleza, fortaleza y orgullo por la riqueza simbólica de su pueblo, el mismo que se luce en la pintura corporal de cada uno de los retratos.

Y aunque, como explicó Koutaniemi en una entrevista a Efe, “no se trata de un trabajo antropológico”, la exhibición sí es “una aproximación a la vida diaria de las mujeres Shawi, su rol en su comunidad y su papel para la conservación de sus tradiciones”.

Dedicadas a la labor de la crianza de los hijos, así como a la alfarería y la textilería, las mujeres Shawi son también agricultoras de cultivos como la yuca, y responsables de su transformación en el tradicional “masato”, una bebida amazónica que se obtiene tras mezclar los ingredientes y dejar que fermenten durante más de siete días.

Rodeadas de las imágenes de sus hermanas, madres e hijas que forman parte de esta exposición, otras mujeres Shawi han aprovecharon para acercar a Lima las labores propias de su vida diaria, así como para reclamar mayor atención a algunas de sus postergadas demandas.

“Muchas veces en mi comunidad trabajamos de artesanas, se hace de todo, pero no hay dónde vender”, explica Sonia Paquita Yumi, artesana y madre Shawi, quien pidió “un mayor apoyo” del Estado para Balsapuerto.

A los problemas económicos se suman también otras preocupaciones para los Shawi, como que el 90 % de ellos no cuenta con agua potable ni desagüe, o que solo existen catorce escuelas secundarias para una población de cerca de 20.000 habitantes.

También existen problemas que afectan solo a ellas, como la mortandad materno-infantil, o el reducido número de establecimientos de salud en el que atender a sus hijos pequeños.

Por ello, tal como explicaron Koutaniemi y la productora y activista Anna Björnberg-Michelsson, si bien las mujeres Shawi viven con orgullo sus tradiciones, son también conscientes de sus dificultades, por lo que esta muestra “más que hallar respuestas, busca generar preguntas” sobre el futuro de estas poblaciones.

“Quisiéramos que, a partir de estas fotografías, los peruanos y sus gobiernos se interesen en este pueblo, en sus desafíos y sus metas”, expresaron.

Pidieron que, además, se preste atención a la forma en que los “cambios propios de un contexto globalizado” afectan a los pueblos indígenas, donde existe una constante interpelación sobre “cuáles son las cosas que se quiere mantener y qué se quiere cambiar”.

La muestra “Shawi Sanapi”, que se presentó antes en Finlandia y Estonia, exhibe también en Lima una diversidad de instrumentos y productos artísticos como telares, prendas de vestir, tocados y cerámicas producidas por mujeres Shawi. EFE