Nueva York – Unicef denunció hoy que son los niños quienes siguen pagando el precio más alto de la guerra en Siria, donde, según sus informaciones, trece de ellos han sido asesinados durante los últimos días.

En un comunicado, director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Geert Cappelaere, dijo que en la población de Zardana, en la provincia siria de Idleb (norte), perdieron la vida nueve niños por un ataque.

Mientras que otros cuatro perecieron en las localidades sitiadas de Fua y Kefraya, también en Idleb.

“Estos hechos son recordatorios profundamente tristes de que la guerra sobre los niños de Siria está lejos de acabar. El principio fundamental de proteger a los niños en cualquier lugar y en todo momento sigue siendo un sueño improbable para demasiadas familias”, aseveró Cappelaere.

“No hay vencedores en ninguna guerra contra los niños. Todo el mundo pierde, sobre todo los niños y el futuro de Siria”, indicó.

Además, apuntó que desde 2011, cuando comenzó el conflicto civil, “cerca de 6 millones de niños se han visto desarraigados de sus hogares”.

Además de los menores fallecidos citados por Unicef, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer de que otros siete niños perecieron en distintas localidades de Idleb por aviones de guerra que no pudieron ser identificados por la ONG. EFE