Rodrigo Zuleta

Nueva York – Los Campeonatos Europeos de Atletismo de Berlín invadieron este lunes el centro de la ciudad con el traslado de la clasificación de lanzamiento de peso a la Breitscheidplatz, de los lugares más emblemáticos de la ciudad, donde se encuentra la celebre iglesia rota, como una advertencia contra las guerras.

La iglesia, la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, se veía por encima de la tribuna principal del improvisado estadio en donde un par de miles de espectadores, las tribunas estaban llenas, se reunieron para animar a los atletas desde mucho más cerca de lo que pueden hacerlo en los grandes estadios,

“El ambiente me encantó, puede ser un arma de doble filo porque a veces con tanta motivación uno puede pasarse revoluciones”, dijo a EFE el lanzador de peso español Carlos Tobalina.

“La idea es buena, es la primera vez se saca el peso del estadio y eso se debería hacer con más frecuencia”,añadió.

En las grandes competiciones atléticas el lanzamiento de peso, incluso en mayor medida que los otros lanzamientos, corre el peligro de pasar desapercibido.

El público se concentra en otras competiciones, en las carreras, eventualmente en el salto de altura o en el lanzamiento de disco o de jabalina que al menos ocupa todo el estadio.

El peso, en cambio, está en una esquina y muchos de los espectadores, aunque lo quieran, no ven mucho, a menos que lo miren en la transmisión de televisión.

Este lunes, todo en la Breitscheidplatz era lanzamiento de peso y la cercanía a la pista, y la línea amarilla que marcaba la distancia que otorgaba el pase a la final, hacía que el público entendiera mucho de lo que estaba pasando.

Se trataba de lanzar más allá de la línea amarilla. Y cuando alguien estaba cerca de lograrlo había júbilo.

Hay otras disciplinas que seguro cabrían en un escenario similar como el salto de longitud o el salto triple, aunque esta vez se quedaran en el estadio.

Hubo quienes, como el montenegrino Thomas Djorovic, interactuó con el público, para que se hiciera aún más ruido con los aplausos.

La idea al crear la llamada milla europea a la Breitscheidplatz era llevar los campeonatos a la gente que no busca el camino al estadio.

Alrededor del miniestadio había posibilidades de hacer intentos de velocidad, en una reproducción de la pista azul del Estadio Olímpico o incluso, con una máquina, de hacer simulaciones de lanzamiento de jabalina.

Además en la Breitscheidplatz estará la meta de las competiciones de marcha y del maratón, que hubieran podido terminar en el estadio. Con la clasificación del lanzamiento de peso se intentó agregar un elemento más. Y también habrá entrega de medallas que se desplacen a esta plaza.

La creación de la milla europea fue uno de los elementos claves de la candidatura de Berlín a los Europeos de Atletismo. Los atentados de hace dos años y medio, justo a pocos metros del miniestadio, hicieron reflexionar a los organizadores acerca de si se debía o no mantener el lugar; y al final decidieron hacerlo.

Eso, sin dejar de incluir un pequeño gesto de homenaje. La plaza está rodeada por una pista azul que se interrumpe justo a la altura del monumento a las víctimas del atentado.

En todo, caso el espectáculo de este lunes también fue un intento por dar un paso más hacia la normalidad. EFE