Educación lleva a jóvenes a actitudes más favorables sobre su sexualidad
La especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco aseguró que, de acuerdo con algunos estudios realizados por la institución, "la mayoría de los adolescentes sí conocen de métodos anticonceptivos, pero no hacen uso adecuado de ellos".
Diana Sigala
Nueva York – Contar con programas de educación para la salud puede ayudar a que los jóvenes tengan actitudes más favorables sobre su vida y su sexualidad, con lo que se pueden evitar embarazos adolescentes, dijo a Efe la doctora María Guadalupe Gutiérrez.
La especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco aseguró que, de acuerdo con algunos estudios realizados por la institución, “la mayoría de los adolescentes sí conocen de métodos anticonceptivos, pero no hacen uso adecuado de ellos”.
Del mismo modo, señaló, aquellos adolescentes que tienen charlas con su familia acerca de planes futuros, son más cuidadosos con su sexualidad.
Debido a ello, la especialista resaltó la importancia de guiar a los adolescentes en diseñar un plan de vida para su futuro, acompañado de educación sexual, “lo cual ayudaría a prevenir embarazos que, para este grupo de edad, son de gran riesgo para su salud”, comentó.
Gutiérrez explicó que “el adolescente nunca piensa en embarazarse cuando tiene relaciones sexuales”, por ello la mayor parte de embarazos entre los 10 y 19 años de edad no son deseados y se complica su oportuno control médico.
Esto se debe, explicó, a una situación propia del adolescente pues “no piensa mucho en su futuro, sino en el presente”, por eso al tener relaciones sexuales no consideran la posibilidad de un embarazo o de contraer enfermedades de transmisión sexual.
La doctora señaló que suele haber una identificación tardía cuando las adolescentes están embarazadas porque “no se lo esperan y les da temor decirlo”, incluso, ante la angustia, pueden aceptar la práctica de un aborto clandestino que pone en mayor riesgo su salud.
Debido a que las menores demoran en informar su embarazo, a veces hasta la semana 34, no llevan un control prenatal desde el primer trimestre y podrían tener complicaciones como parto prematuro y bajo peso en el recién nacido, que debe permanecer en atención neonatal hasta que termine su desarrollo.
Además de que en las adolescentes embarazadas hay mayor incidencia de problemas de salud asociados a las vías urinarias, presión arterial, preeclampsia, eclampsia y dificultades durante el parto, principalmente en el grupo de 10 a 14 años de edad.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina y el Caribe, el 15 % de los embarazos ocurren en adolescentes menores de 20 años y son las complicaciones durante el embarazo y el parto la segunda causa de muerte entre las jóvenes de esta edad en todo el mundo.
Gutiérrez resaltó que, aunque la situación biológica para ser madre es a partir de los 20 años “cuando la condición de su organismo está preparada para tener su etapa reproductiva”, es ideal tomar en cuenta aspectos de desarrollo personal.
“Una mujer actualmente entre los 20 y 25 años aún está preparándose académicamente”, añadió, incluso si no se encuentran en una etapa de formación académica es igualmente importante considerar tener una salud favorable.
Por ello, se recomienda que el embarazo tenga la característica de ser deseado por la pareja, que ambos estén sanos y tengan la condición social y económica necesaria para que se lleve de la mejor manera.
Gutiérrez recordó que los ideales reproductivos deseados para los adolescentes, por parte de los programas de educación para la salud, se basan en que alcancen la meta que se planteen sobre su futuro.
Es decir, “cumplir con tu plan de vida para que puedas ejercer tu sexualidad con responsabilidad, evitando tanto un embarazo como las enfermedades de transmisión sexual”, concluyó. EFE