ONU pide que no se restrinja alimentación de las adolescentes
En zonas rurales de Guatemala, los hombres eran los primeros en recibir las porciones más grandes y de mejor calidad para tener "fuerza", por delante incluso de las adolescentes embarazadas o lactantes que después continuaban realizando igualmente trabajos físicos.
Nueva York – Las adolescentes suelen recibir menos porciones de comida que los chicos de su edad en países como Guatemala, Kenia o Uganda, restricciones que los padres y familiares deben evitar, según la ONU.
La subdirectora de Nutrición del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, Fatiha Terki, presentó hoy en Roma un estudio a partir de encuestas y talleres realizados a unos 1.300 participantes de esos países y Camboya con el fin de documentar las necesidades de alimentación en la adolescencia, etapa importante para el desarrollo personal.
A partir de los resultados, se comprobó que en los primeros tres países existen normas sociales y prácticas que restringen el acceso de las chicas a una nutrición adecuada bajo el convencimiento de que “los chicos comen más que ellas”.
En Uganda, por ejemplo, los participantes varones solían coincidir en que las adolescentes, encargadas principalmente de cocinar, ya habían “probado” la comida mientras la preparaban y por eso comían menos en el almuerzo.
En zonas rurales de Guatemala, los hombres eran los primeros en recibir las porciones más grandes y de mejor calidad para tener “fuerza”, por delante incluso de las adolescentes embarazadas o lactantes que después continuaban realizando igualmente trabajos físicos.
La experta hizo hincapié en que esas adolescentes, además, tienen necesidades especiales de nutrición para garantizar su salud y la de sus hijos.
Estas diferencias en el terreno solo se pueden abordar involucrando a personas con influencia clave como los padres, los maridos o las suegras, según las conclusiones del estudio del PMA, que recomienda que los programas enfocados a ellas tomen en cuenta su opinión y fomenten su participación activa en función de los diferentes contextos.
Ninguno de los cuatro países analizados tenía una definición estandarizada de adolescente en sus leyes y políticas. En todos ellos el concepto no solo dependía de la edad, sino también por otras condiciones como el estado civil o el aumento de las responsabilidades.
Los encuestados de zonas pobres compartían en general dietas “limitadas en cantidad, calidad y diversidad”, según Terki, que se refirió a algunos contrastes encontrados, como el que existe entre los alimentos naturales tradicionales de los indígenas guatemaltecos y el deseo expresado por sus jóvenes de consumir comida basura por el impacto de la publicidad.
En todo el mundo hay 1.200 millones de adolescentes (de 10 a 19 años), de quienes pocos datos se tienen, sobre todo de aquellas que viven en los países pobres y corren más riesgo de malnutrición, según la ONU. EFE