Día Mundial del Ictus para prevenir agrave ataque cerebral
En declaraciones a Efe el neurocirujano endovascular del Hospital Hima San Pablo de Caguas, Centro Médico de Río Piedras (San Juan) y portavoz de la campaña "Héroes todos los días", Juan M. Ramos Acevedo, indicó que "el tiempo es crítico" en el momento que una persona vaya reflejando los indicios de un derrame cerebral.
Jorge J. Muñiz Ortiz
Nueva York – Puerto Rico se une hoy al día Mundial del Ictus, con el fin de educar a su ciudadanía a actuar rápido al momento en que una persona presenta los síntomas de un accidente cerebrovascular (ACV) y poder tener tiempo suficiente para que no se agrave el problema.
En declaraciones a Efe el neurocirujano endovascular del Hospital Hima San Pablo de Caguas, Centro Médico de Río Piedras (San Juan) y portavoz de la campaña “Héroes todos los días”, Juan M. Ramos Acevedo, indicó que “el tiempo es crítico” en el momento que una persona vaya reflejando los indicios de un derrame cerebral.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Stroke, un ictus o un ataque cerebrovascular ocurre cuando se bloquea el flujo de la sangre en las arterias que nutren el cerebro o cuando ocurre un sangrado en el mismo cerebro o en las membranas que lo rodean.
Entre las señales que una persona presenta al tiempo de sufrir un ataques clínicos cerebral son parálisis facial, debilidad en uno de los brazos y dificultad para expresarse verbalmente.
Otros síntomas asociados son: dolor de cabeza intenso, mareos repentinos, confusión, problemas para ver en uno o ambos ojos y dificultad para caminar.
“El problema del ‘stroke’ es que puede presentar síntomas bastantes tolerables y con poco dolor. Y el ser humano, lo más que lo mueve y lo empuja a ir a un hospital es el síntoma de dolor y como el ‘stroke’ no causa dolor, pues no van al hospital”, dijo Ramos Acevedo.
Ante ello, el especialista indicó que lo importante es reconocer qué es y qué hacer al momento de que una persona vaya mostrando los síntomas.
De igual forma, Ramos Acevedo promueve además la campaña del “FAST” (Face, Arm, Speech y Time o Cara, Brazo, Habla y Tiempo.
“Se han hecho estudios que con adiestrar a una persona y con estas cuatro signos, un civil no profesional en medicina puede identificar un ictus en más del 78 por ciento de las veces”, indicó.
“Cuando ocurre un ictus, la rapidez con que se dé el tratamiento determinará cuánto pueda recuperar el/la paciente”, enfatizó Ramos Acevedo, uno de solo cuatro neurocirujanos endovasculares que hay en la isla, entre los que se encuentran el secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado.
El ACV representa la segunda causa de muerte y la primera causa de incapacidad entre los adultos a nivel global.
Cada seis segundos una persona muere como consecuencia de este tipo de eventos, lo que representa 6,7 millones de vidas perdidas al año.
Y, de acuerdo con Ramos, un ictus ocurre a una persona en los Estados Unidos cada 40 segundos.
Asimismo, cada cuatro minutos alguien muere del accidente vascular y anualmente 140.000 fallecen en Estados Unidos a causa de un ictus.
Ramos Acevedo, a su vez, explicó que existen dos tipos ACV: el hemorrágico, que ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe, provocando un derrame, y el de tipo isquémico, que representa más del 85% de los casos y ocurre cuando un vaso sanguíneo del cerebro se obstruye a causa de un coagulo o trombo.
Detalló que frente a un ACV de tipo isquémico el tiempo para tratar el cerebro es vital, pues por cada minuto sin tratamiento, el cerebro pierde 1,9 millones de neuronas y por cada hora, el vital órgano envejece 3,6 años.
Ante ello, dijo que es imprescindible restablecer rápidamente el flujo sanguíneo, aplicando un fármaco trombolítico para disolver la obstrucción de la arteria cerebral entre las 3,5 y 4 horas de iniciados los síntomas o en determinados pacientes, extrayendo el coágulo mediante un procedimiento llamado trombectomía mecánica.
Los factores de riesgo más comunes para los derrames son: presión alta, diabetes, fumar, el uso de drogas, la obesidad, el sedentarismo y el colesterol elevado.
Además, los derrames cerebrales son más frecuentes en los hombres, aunque la incidencia en la mujer aumenta una vez alcanza la menopausia.
Igualmente, de acuerdo con Ramos Acevedo, las personas mayores de los 60 años son más propensos a sufrir un ictus, aunque dijo que ha recibido a pacientes de 18 años de edad.
“El mensaje básicamente es que esto existe y que existen tratamientos agresivos desde hace décadas”, puntualizó Ramos Acevedo en referencia a la terapia trombolítica, conocida como TPA (activador del plasminógeno tisular natural), utilizada para romper los coágulos cerebrales. EFEUSA