Nueva York – Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, inició hoy en París la conferencia para educadores E2, en la que reune a más de 400 maestros y personas vinculadas a la enseñanza provenientes de todo el mundo para avanzar en la integración de las nuevas tecnologías en clase.

Durante la conferencia, que durará hasta el jueves, se celebrarán múltiples sesiones en las que intervendrán, entre otros, la Directora Adjunta de la Dirección de Educación de la OCDE y exsecretaria de Estado de Educación de España Montserrat Gomendio, así como representantes del sistema educativo de Finlandia, tradicionalmente considerado de los mejores del mundo.

“Nuestra economía, sociedad y política se encuentran cada vez más en riesgo por un sistema educativo que no prepara a los niños para ser adultos de éxito y es todavía menos efectivo para los niños más desfavorecidos social y económicamente”, explicó este martes el experto en educación y autor del estudio “La clase de 2030” Mark Sparvell.

Cada vez es más habitual que escuelas de distintas partes del mundo integren ordenadores y tabletas en las lecciones, pero en muchas ocasiones la inclusión de nuevos dispositivos no se corresponde con un cambio en la manera de enfocar la enseñanza, lo hace que se desaprovechen sus enormes potencialidades.

Para cerrar esta brecha y que el desconocimiento no sea lo que impida a los profesores sacar el máximo partido de estas herramientas, Microsoft ha creado en París una “clase inmersiva”, a la que los maestros que lo deseen pueden trasladar su lección por un día y aprender junto a sus alumnos sobre principios de programación, diseño e impresión en 3D e inteligencia artificial.

En la jornada de este martes, visitaron el taller una veintena de alumnos de 14 años de una escuela de los suburbios de la capital francesa, que diseñaron un simpático pinguino de ojos saltones.

La impresión 3D está alcanzando niveles de cada vez mayor sofisticación y ya empieza a desempeñar un papel fundamental en los procesos de fabricación de todo tipo de objetos, por lo que dominar esta técnica da a los estudiantes una ventaja competitiva que puede resultar determinante en su entrada al mundo laboral.

“La enseñanza del siglo XXI debe ser social, basada en competencias más que en conocimientos, personalizada, relevante y contextualizada, y la clase no deben ser cuatro muros, tiene que ser una clase ‘abierta’ que se relacione con el exterior. Todo ello es facilitado a través de la tecnología”, concluyó Sparvell. EFE