Nueva York – Arabia Saudí puso en marcha este domingo una reforma laboral que elimina algunas restricciones a los inmigrantes, como la prohibición de viajar o de cambiar de trabajo, aunque excluye a los trabajadores domésticos, entre ellos empleados de hogar, chóferes y jardineros.

Según un comunicado del Ministerio de Recursos Humanos, citado por los medios locales, la nueva reforma es una “mejora de la relación contractual”, que permite a los trabajadores migrantes la libre movilidad a otra empresa, viajar y regresar al Reino, siempre y cuando se comunique a su empleador o “patrocinador” con antelación.

Ahora, el empleado tendrá que hacer sus solicitudes mediante un mecanismo electrónico supervisado por el Ministerio saudí y por el cual se otorga al trabajador el derecho a finalizar el contrato y abandonar Arabia Saudí de forma definitiva sin la aprobación del patrocinador, algo que no era posible hasta hoy.

Sin embargo, el trabajador asumirá en este caso las consecuencias financieras relacionadas con la ruptura del contrato.

Asimismo, el Ministerio apuntó que los empleados domésticos, como choferes, asistentes del hogar y jardineros, quedarán excluidos de esta reforma porque “tienen otro sistema laboral”, aunque también están incluidos en este sistema de patrocinio o “kafala” que les ata a la voluntad de su empleador.

La reforma es vista por las autoridades saudíes como un paso para la eliminación de este sistema de patrocinio, aplicado en Arabia Saudí desde hace más de 70 años, y que exige a los extranjeros tener un patrón saudí, que puede ser una persona o una empresa, para poder trabajar en el país.

En Arabia Saudí trabajan 13,1 millones de trabajadores extranjeros, lo que supone el 69 % de la fuerza laboral. Los principales países de origen son la India, Egipto, Pakistán y Bangladesh.

Esta reforma, también permitirá resolver y reducir los litigios laborales y los impagos de salarios, que en los últimos tres años han ascendido a 154.000 y 1,2 millones, respectivamente, de acuerdo con medios saudíes.

La organización Human Rights Watch ya alertó el pasado noviembre de que los 3,7 millones de trabajadores domésticos excluidos de la legislación laboral “se enfrentan a graves abusos que incluyen largas jornadas laborales sin día libre, confinamiento forzado y abuso físico y sexual”.

El control de la libertad de los trabajadores migrantes en Arabia Saudí y otras monarquías del golfo Pérsico, bajo el sistema “kafala” ha sido muy criticado por activistas y varias ONG, que lo consideran como un sistema de explotación y tráfico de personas. EFE