EEUU investiga como “delitos de odio” las masacre de Texas y Ohio
Trump, que pasó el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, comentó lo sucedido con unas breves declaraciones antes de abordar el avión presidencial rumbo a Washington esta tarde: "El odio no tiene cabida en nuestro país", afirmó.
Alfonso Fernández
Nueva York – EE.UU. investiga el tiroteo que el sábado dejó al menos 20 muertos en El Paso, ciudad fronteriza con México, como un caso de “terrorismo doméstico” y “delito de odio”, por los supuestos vínculos del tirador con un manifiesto en el que se critica “la invasión hispana de Texas“.
“Estamos tratando esto como un caso de terrorismo doméstico, y vamos a hacer lo que hacemos a los terroristas en este país, que es ofrecer una justicia rápida y segura”, indicó John Bash, fiscal federal para el distrito oeste de Texas, en una rueda de prensa en El Paso.
En la misma comparecencia, el fiscal del distrito de El Paso, Jaime Esparza, anunció que buscará la “pena capital” para el acusado Patrick Crusius, de 21 años.
La magnitud de la matanza, que dejó también 26 heridos, ha sacudido al país y agitado del debate político de cara a las elecciones presidenciales de 2020.
Varios aspirantes demócratas, como Beto O’Rourke, excongresista por Texas y nacido precisamente en El Paso, acusaron directamente a la agresiva retórica antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump.
“(El presidente) es un racista y aviva el racismo en este país, y no solo ofende nuestra sensibilidad, fundamentalmente cambia el carácter de este país y lleva a la violencia”, afirmó O’Rourke tras visitar a heridos en hospitales en la ciudad.
Trump, que pasó el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, comentó lo sucedido con unas breves declaraciones antes de abordar el avión presidencial rumbo a Washington esta tarde: “El odio no tiene cabida en nuestro país”, afirmó.
En unas breves declaraciones acompañado de su esposa, Melania, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte “de un problema de salud mental”.
Evitó, sin embargo, responder a las preguntas acerca del supuesto manifiesto antiinmigrante publicado por el sospechoso de la masacre en Texas.
Trump señaló que había hablado con los gobernadores de Texas y Ohio, así como con el fiscal general William Barr y miembros del Congreso para ver qué medidas se podrían aplicar para frenar la violencia con armas de fuego en EE.UU.
Anunció, asimismo, que mañana lunes ofrecerá una declaración oficial desde la Casa Blanca.
El Paso es una ciudad fronteriza con México con cerca de 700.000 habitantes, y según datos del Censo, más del 80 % de la población es de origen hispano.
El centro comercial donde se produjo el tiroteo se encuentra muy cerca de la frontera con México y es muy popular entre los ciudadanos mexicanos como lugar de compra durante los fines de semana.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este domingo que seis de los fallecidos eran de nacionalidad mexicana y que otros siete se encuentran entre los heridos.
Estados Unidos ha vivido un trágico fin de semana con dos tiroteos masivos en menos de 24 horas, primero el de El Paso; y luego en Dayton, Ohio, donde fueron asesinadas 9 nueve personas, con otra veintena de heridos.
En ambos casos, los sospechosos son hombres jóvenes de raza blanca.
Crusius, de 21 años, se encuentra detenido en la cárcel del condado de El Paso; mientras que Connor Betts, fue abatido durante el tiroteo en Dayton, Ohio, por las fuerzas de seguridad.
Por ahora, se desconoce los motivos de la matanza de Ohio, en la que también falleció la hermana de Betts. EFE