Marcel Mettelsiefen: “La revolución siria fue secuestrada por el yihadismo”
Respecto a la guerra en Siria, Mettelsiefen detalló que Abu Ali, el padre de la familia de "Watani", entendió que se trataba de un conflicto "de imágenes y de propaganda" en el que el relato era una batalla más
Nueva York- Óscar por “Watani”, un desgarrador cortometraje documental sobre una familia siria de rebeldes que tuvo que refugiarse en Europa, el periodista alemán afincado en España Marcel Mettelsiefen explicóque la revolución en el país árabe “fue secuestrada” por los yihadistas.
“Esta familia tomó una decisión muy difícil: ‘estamos dispuestos a sacrificar a nuestros hijos para liberar a nuestro país del régimen criminal (de Bachar Al Asad)’. La tragedia más grande fue que su revolución, su lucha, fue secuestrada por la narrativa yihadista y fueron ellos (los extremistas) los que capturaron y seguramente mataron al padre de la familia”, argumentó Mettelsiefen.
“Entonces la madre tuvo que reconocer que ya no había lucha por la que valiera la pena sacrificar a sus hijos. Porque ese país ya no era su país, esa revolución ya no era su revolución, y entonces tuvieron que salir de Siria”, añadió.
“Watani: My Homeland” competirá por la estatuilla al mejor cortometraje documental frente a “Extremis”, “4.1 Miles”, “Joe’s Violin” y “The White Helmets”.
La cinta de Mettelsiefen, alemán de madre ecuatoriana y quien reside en Barcelona, gira en torno a una familia que abandona Alepo (Siria) después de que al padre, Abu Ali, es secuestrado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) por ser un combatiente rebelde del Ejército Sirio Libre.
“Watani” muestra la vida en la retaguardia de la guerra en Siria y el posterior exilio a Alemania de Hala, la madre de la familia, y de sus niños Hammoudi, Helen, Farah y Sara que, según Mettelsiefen, son “los ojos” a través de los cuales el público ve el documental.
“Nunca me ha gustado el peligro por el peligro. Me atraen países donde la realidad cambia de un día a otro, donde el conflicto hace que lo que era normal ya no sea normal. Nunca me ha atraído el frente, sino que me interesaba la parte civil: cómo el ser humano, en ese entorno tan surrealista y tan terrible, sobrevive, reacciona y se desarrolla”, indicó.
Mettelsiefen opinó que lo importante en el periodismo de conflicto es “tener acceso a microcosmos”, para lo cual en “Watani” necesitaba ganarse la confianza de los niños.
“Creo que mi parte latina me facilita moverme en el mundo árabe porque todo tiene que ver con el modo en que te aproximas. Si vas de una manera humilde, con respeto y sabes las reglas, se abren a ti. Puedes hablar un árabe perfecto, pero si saben que no hablas con el corazón entonces olvídate”, señaló.
Aunque de joven se interesó por la medicina, Mettelsiefen comenzó en el mundo del fotoperiodismo cuando, de rebote, acabó haciendo unas prácticas de fotografía en Jerusalén durante la Segunda Intifada palestina.
A partir de entonces cubrió como fotógrafo conflictos en Afganistán, Irak, Egipto, Libia o Haití.
Mettelsiefen se encontraba en 2004 en Puerto Príncipe junto al reportero español Ricardo Ortega cuando este fue asesinado, un hecho que lo llevó a abandonar el periodismo durante unos años hasta que regresó, esta vez, abordando el documental en video.
Respecto a la guerra en Siria, Mettelsiefen detalló que Abu Ali, el padre de la familia de “Watani”, entendió que se trataba de un conflicto “de imágenes y de propaganda” en el que el relato era una batalla más.
“Supo que lo más importante era contar ‘la otra historia’ para no dejarles solo a los islamistas dictar lo que salía del país (…). La mayoría de la gente que no es radical, como esta familia, está perseguida por los radicales”, dijo al subrayar que el éxito de la narrativa yihadista se ve, por ejemplo, en la agresiva retórica del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Tras semanas de incertidumbre sobre si la madre de la familia de “Watani” podría asistir a los Óscar por las restricciones migratorias de Trump ahora paralizadas por los tribunales, finalmente Hala estará en Los Ángeles este domingo.
“La ironía más grande es que los refugiados están huyendo de la violencia del islamismo radical y nosotros les estamos metiendo en la misma categoría diciendo que tenemos que tener miedo de ellos”, afirmó Mettelsiefen antes de destacar las dificultades y miedos que afrontan los refugiados.
“Parece que la madre tendría que ser feliz (en Alemania) porque tiene una casa bonita. Tendría que estar contenta, pero no lo está. ¿Por qué? Porque jamás quiso venir. Si hubiera podido elegir se habría quedado (en Siria). Ese es el mensaje más importante: que el público vea que los refugiados no vinieron porque querían abusar del estado de bienestar sino porque no tenían otra opción”