Nueva York – Los robos de carga en Río de Janeiro aumentaron 21 % en mayo pasado a pesar de la presencia en la ciudad de más de 400 agentes de la Fuerza Nacional, que llegaron ese mismo mes para, en teoría, reforzar la seguridad y contener los disparados índices de violencia, informaron hoy fuentes sindicales.

En mayo pasado se registraron 1.041 robos en los camiones de carga que circulaban por la capital fluminense, frente a los más de 800 de abril, afirmó a Efe Venâncio Moura, director de seguridad del sindicato regional de empresas de transporte de carga (Sindicarga).

El dirigente alertó que ese repunte se debe a que bandas de delincuentes que actúan en favelas “han pasado a robar carga”, cuando antes el problema estaba delimitado a zonas muy específicas.

El aumento de los robos de carga coincide precisamente con la llegada, el pasado 9 de mayo, de un contingente de 300 agentes de la Fuerza Nacional, que se unió a los 125 que ya patrullaban la ciudad más emblemática de Brasil desde diciembre pasado.

Para Moura, la presencia de las tropas federales no se ha notado porque “están actuando en puntos fijos” de la ciudad y “lo que ocurre es que el problema no está concentrado” en un solo punto.

“No resolvieron el problema en su totalidad. Están siendo empleados de forma equivocada, deberían ser más dinámicos, con convoyes circulando por las calles y carreteras más utilizadas”, agregó.

La misión de las tropas federales es combatir la creciente violencia, que se ha disparado desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 y que coincidió con un agravamiento de la situación económica en todo el estado.

Entre los productos más robados actualmente están los “bienes alimenticios, bebidas, tanto alcohol como refrescos, después medicamentos y tabaco, así como electrodomésticos y componentes electrónicos”, apuntó Moura.

En opinión del sindicalista, las facciones criminales, como Comando Vermelho (CV), la mayor banda de Río, están diversificando sus negocios, pues ya no apuestan todo al tráfico de drogas, mucho más vigilado, y desde 2014 han practicado el robo de cargas de gran valor de manera más asidua.

“A diferencia de las drogas, que tiene una clientela específica, que son los drogadictos, la de la carga es mucho mayor, es el pueblo en general”, añadió.

El estado de Río de Janeiro afronta actualmente una de las mayores crisis financieras de su historia, después de que en junio del año pasado, justo antes de la cita olímpica, se declarara en estado de “calamidad financiera” (quiebra).

La crisis ha provocado una menor presencia policial en las calles, un empobrecimiento general de la población y la puesta en marcha de un severo paquete de recortes en el gasto público. EFE