Por: Gustavo Reyes
@gustavoreyesnyc
Fotos: H+M Communications

Después de ocho películas, las cuales han recaudado casi $5000 millones de dólares a nivel mundial, la franquicia de “Fast & Furious” ahora cuenta con su primera entrega independiente en la que Dwayne Johnson y Jason Statham repiten sus papeles de Luke Hobbs y Deckard Shaw.

Desde que el imponente Hobbs (Johnson), un leal agente del Servicio Diplomático de Seguridad de EE.UU., y el marginado fuera de la ley Shaw (Statham), un ex miembro de las fuerzas militares élite británicas, se enfrentaron por primera vez en el 2015 en Furious 7, el dúo ha intercambiado insultos y golpes al intentar destruirse uno al otro.

Pero cuando un anarquista con mejoras ciber-genéticas en su cuerpo, Brixton (Idris Elba), se apodera de una nociva amenaza biológica que podría alterar a la humanidad para siempre —y se adelanta a una brillante e intrépida agente corrupta del MI6 (Vanessa Kirby de The Crown), que también resulta ser la hermana de Shaw—, estos dos enemigos deberán unirse para derrotar al único hombre que podría ser más malo que ellos.

Hobbs & Shaw abre una nueva puerta en el universo de la franquicia Fast mientras lleva consigo acción por todo el planeta, desde Los Ángeles a Londres y desde el páramo tóxico de Chernóbil a la exuberante belleza de Samoa.